martes, 10 de septiembre de 2013

VUELO 937 Capítulo 5

Tuve a Lennon saqueando la tienda durante cerca de dos horas. Sí, he dicho bien: saqueando. Lo cierto era que jamás había visto a nadie comprar de aquella manera tan… loca. Simplemente se limitaba a apartar todo lo que mínimamente le gustaba con un anodino “me lo quedo” como si tal cosa, sin importarle ni precios ni nada.

-Creo que ya te he vaciado esto lo suficiente.-dijo John poniendo el último de los pantalones que había decidido quedarse justo encima del montón de ropa que se apilaba ya sobre el mostrador.-Creo que vas a necesitar una buena calculadora para sacarme la cuenta, Bri.

-Ya lo creo… Creo que ésta va a ser la suma más larga que habré hecho en mi vida.-le seguí la broma yo.

John simplemente se dedicó a lanzar una risita entre dientes antes de inclinarse sobre el mostrador y esperar pacientemente a que le contara todo. Me quedé alucinada por la cifra total y hasta casi me dio reparo decirle lo que me debía, pero John no pareció ni inmutarse siquiera. Tal vez para él esas cifras fueran hasta normales; para mí, incluso proviniendo de una época en la que los precios eran mucho más elevados, aquello era una locura.

-Nunca llevo dinero en efectivo.-dijo.-Extenderé un cheque como hago siempre, ¿te parece?

-Como quieras.-le contesté. No sabía demasiado bien si aceptábamos cheques o no, pero viniendo de quien venía, estaba segura de que mi jefe no me pondría ningún problema.

John extendió un cheque de manera rápida y me lo tendió mientras yo doblaba toda la ropa y la metía en un montón de bolsas.

-Disculpa, Bri.-dijo de repente cuando acabé con mi tarea.-Te he hecho quedar más de media hora aquí después de la hora del cierre.

Yo me quedé pasmada. Lo cierto era que ni siquiera me había dado cuenta de lo rápido que había pasado el tiempo, pero Lennon tenía razón. Hacía casi cuarenta minutos que debería de haber cerrado la tienda e irme a casa.

-Tranquilo, no pasa nada. Tampoco es tan tarde.-contesté esbozando una sonrisa para quitarle importancia.

-Le diré al capullo de tu jefe que te pague las horas extra.

-No estaría mal.-bromeé.-Después de todo lo que le has dado a ganar, ya te puede hacer caso.

-Pues lo haré.-dijo él con una sonrisilla burlona.-Oye, por cierto, estaba pensando que a lo mejor me paso a ver a Anna.

-Pues le darás una alegría.

-Si tú lo dices…-sonrió.-¿Te apetece venirte o tienes algo qué hacer?

Me quedé mirándolo durante uno segundos, estupefacta. La verdad era que no me esperaba para nada aquella pregunta tan así a bocajarro. Después, reflexioné… La idea no estaba mal: él iba  a ver a Anna y a mí también me apetecía hacerle una visita y ver cómo estaba. Lo único que me echaba para atrás era que la pregunta me la hubiera hecho quien me la había hecho. No obstante… ¿Qué problema había? Estaba completamente segura que si esa misma invitación me la hubiera hecho cualquier persona que no hubiera sido tan famosa la habría aceptado con los ojos cerrados.

-De acuerdo.-dije al fin.-A mí también me apetece visitar a Anna y ver qué tal está.

-Perfecto.-sonrió él.-Y… ¿podría pedirte otro favor?

-Tú dirás.-dije entre intrigada y mosqueada ante aquella pregunta.

-Tranquila, no es nada raro.-rió él al ver mi expresión.-Es sólo si puedes salir un segundo a la calle y decirle a mi chófer que ya he acabado, que acerque el coche a la puerta.

-¿Y cómo voy a saber quién es tu chófer?

-Pues… Va vestido de chófer.-dijo John soltando una pequeña carcajada y haciendo que yo también soltara una al ver la obviedad de la respuesta.-Además, estará ahí mismo, al lado de la tienda. Es un hombre un poco regordete con cara de buena gente.

-Gran descripción.-bromeé.-Pero creo que me las apañaré para encontrarlo.

-Se llama Les.-me aclaró.-Por cierto, gracias, Bri.

Salí de allí lanzando una risita por lo bajo al escuchar por enésima vez la palabra Bri, pero a decir verdad, hacía ya un buen rato que había dejado de tomárselo en cuenta.

Nada más puse un pie en la calle vi a un hombre que encajaba perfectamente con la descripción que me había dado John apoyado sobre una de las farolas más cercanas a la tienda mientras fumaba.

-Disculpe, ¿es usted Les?-pregunté acercándome a él.-Trabajo en la tienda.

El hombre se volvió hacia mí y asintió.

-Así es.

-John ha acabado ya.-dije omitiendo adrede el apellido. No me apetecía que nadie me escuchara y supiera que el famoso John Lennon estaba allí. Lo que menos me apetecía en aquellos momentos era un espectáculo con fans histéricas incluidas.-Dice que cuando pueda acerque el coche.

-Por supuesto, señorita.-dijo el hombre ajustándose bien la chaqueta.-Dígale que en nada estoy ahí.

-Gracias.

Les empezó a caminar apresurado hacia el final de la calle y yo volví a entrar en la tienda.

-En nada tienes el coche en la puerta.-le dije a John nada más cerré de nuevo la puerta tras de mí.

John asintió con la cabeza antes de sacarse una cajetilla de cigarrillos de uno de sus bolsillos.

-¿Quieres?-me ofreció.

-Gracias.-dije agarrándole un cigarrillo. Lo cierto era que no debía fumar mientras estaba en la tienda, pero, técnicamente mi horario de trabajo había acabado y me apetecía fumar desesperadamente.

John se puso también un cigarrillo en la boca y me dio fuego antes de encenderse también el suyo.

-No he querido que Les dejara el coche en la puerta cuando he venido.-dijo después de darle una profunda calada a su cigarrillo.-Desde que lo pinté, todo el mundo lo reconoce y paso de jaleos.

Iba a preguntarle de qué color había pintado el coche para que todos lo reconocieran cuando, de repente, vimos a través del cristal de la puerta como un inmenso Rolls Royce de color amarillo y con toda suerte de motivos psicodélicos paraba delante de la tienda. No os miento si os digo que me quedé, literalmente, con la boca abierta.

-Veo que te gusta el coche, ¿eh?-rió John cuando me vio.

-¿Eso es tuyo?-pregunté con un hilillo de voz.

-Oye, chica de nombre raro, no llames “eso” a mi coche.-bromeó él empezando agarrar las bolsas con las cosas que había comprado.-¿Vamos antes de que lo reconozca todo el mundo o qué?

**********************************************

Jueves, 9 de abril de 1987
Londres

Alex, John y yo entramos en el salón y cerramos la puerta tras nosotros.

-Será mejor que te sientes, Al.-dijo John.

-¿Y por qué iba a hacerlo? Estoy bien de pie.

John soltó un bufido exasperado y se dejó caer él en uno de los sofás. Yo lo imité y me senté a su lado.

-Vamos, Alexander, siéntate.-le ordenó de nuevo.

Alex agarró una silla a regañadientes y la acercó hasta situarla frente a nosotros. Después, se dejó caer sobre ella y nos clavó una mirada perspicaz.

-Bien, ya estoy sentado.-dijo.-¿Y ahora me vais a decir ya de una vez qué es lo que pasa?

Agarré aire antes de hablar. Quería decírselo yo aunque no tuviera ni idea de por dónde empezar. No sabía por qué, pero creía que aquello era más responsabilidad mía que de su padre.

-Alex, hijo…-empecé a decir al cabo de unos instantes.-Yo… No estoy pasando por buenos momentos.

Hice una pausa y un silencio incómodo se hizo entre los tres. No sabía cómo decirle a nuestro hijo que me quedaba muy poco tiempo de vida sin ser demasiado dura.

-¿Qué quieres decir con eso?-preguntó Alex al cabo de unos instantes.-¿No estás pasando por buenos momentos, cómo?¿Una mala racha? ¿Depresión?

-No, no estoy hablando de eso.

-¿Entonces?

Volví a callar. Era exasperante no encontrar ninguna palabra que se ajustara a lo que yo quería expresar.

-¿Qué pasa, mamá?

-Alex, mira, no estoy bien…-susurré.-Y puede que sea grave. Tal vez…

-¿Qué?-casi gritó Alex.-¿Cómo que no estás bien y que es grave? ¿Tal vez qué?

Noté como se me hacía un nudo en la garganta que me impedía contestarle nada. John tampoco contestó. Era evidente que tanto a uno como al otro se nos hacía muy difícil contestarle a aquello.

-¿Qué te ocurre, mamá?-preguntó con la respiración agitada, nervioso.-¿Estás enferma? ¿Te vas a… morir?

El nudo en la garganta se me intensificó cuando le escuché decir aquella última frase a la vez que John desviaba la mirada y apretaba fuertemente la mandíbula, como intentando contenerse. Lo único que pude hacer fue clavarle una mirada sincera a Alex, sin más. Y entonces, arrancó a llorar como un niño desesperado.

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El trayecto hasta casa de Anna fue de lo más entretenido. Bueno, en realidad fue más entretenido para mí que para Lennon, pues yo me entretuve un buen rato fisgoneando todo lo que tenía por dentro aquel cochazo de colores raros mientras él se reía descaradamente de mí y de mi curiosidad. De todos modos, el trayecto fue de lo más agradable y no se produjo aquello que yo tanto temía cuando acababa de conocer a alguien: el silencio y el no saber de qué hablar. Por suerte, nos pasamos el trayecto charlando de esto y de lo otro de manera casual, sumidos en una serie de conversaciones que me dejaron entrever que detrás de aquella súper estrella de la música se escondía un tipo sumamente inteligente.

Llegamos ante el edificio de Anna más de media hora después de haber salido, tras aguantar estoicamente dentro del Rolls el tráfico de Londres en hora punta, y llamamos al timbre. Afortunadamente, la calle estaba lo suficientemente libre de gente como para que pudieran reconocer a Lennon.

-¿Quién es?-preguntó de repente la voz congestionada de Anna por el intercomunicador de la puerta.

-El amor de tu vida y tu compañera de trabajo, chica barriobajera del Dingle.-contestó John haciéndonos reír tanto a Anna como a mí.

-Subid. Y a ti, imbécil, cuando subas…-Anna se vio interrumpida por un repentino ataque de tos que le impidió acabar la frase.-Ahora os abro.

-Fíjate, ni amenazarme en condiciones puede…-bromeó John antes de que los dos entráramos en el edificio.

Cuando subimos al tercero y nos plantamos ante la puerta del piso de Anna, nos la encontramos allí, apoyada en el marco de la puerta abierta con el pijama aún puesto, con una chaqueta encima que le quedaba grande y con cara de estar pasando la gripe del siglo.
-Hola, chicos.-nos saludó.

-Hola Anna, ¿cómo estás?

-Griposa y con ganas de morirme aquí mismo…-suspiró ella.

-Tonterías, tienes mejor aspecto que nunca.-bromeó John.-Por lo menos, mejor aspecto que hace tres sábados al final de la noche…

Ella, pese a que tenía aspecto de no estar pasándolo demasiado bien, aún tuvo fuerzas para soltar una risita.

-Ojalá te pegue la gripe, John Lennon.-le espetó ella haciendo que John soltara una carcajada.-Pasad.

Entramos en el apartamento y Anna cerró la puerta tras de sí.

-¿Y a qué debo el honor de esta visita conjunta?-preguntó obviamente extrañada porque John y yo hubiéramos aparecido en su casa juntos.

-He ido a la tienda.-contestó John antes de que a mí me diera tiempo de abrir la boca.-Bri me ha dicho que estabas enferma y cuando he acabado hemos venido a visitarte.

-¿Bri?-se extrañó Anna mirándome a mí directamente.

-Eso pregúntaselo a él…-contesté yo divertida.-Me ha rebautizado.

-Naaaa, no te quejes, Bri, en el fondo te gusta.-dijo Lennon entrando en el salón de casa de Anna como si estuviera en la suya propia.-¡Oye! ¿Pero tú que…?

Nada más entré detrás de Anna  en el salón supe por qué John había dado aquel grito. Y es que allí, ni más ni menos, estaba Ringo sentado en uno de los sillones partiéndose de risa ante la reacción de Lennon.

-Rich ha venido a verme.-aclaró Anna sin ser capaz de pronunciar bien la m a causa de la congestión.

-Necesitaba un enfermero.-añadió Ringo.-Ey, por cierto, hola Briseida.

-Hola.-contesté.

-Oye, déjame un sitio para sentarme, enfermero…-masculló John esbozando una sonrisilla pícara a la vez que se dejaba caer al lado de su amigo.-Anna, si te apetece puedes sentarte también. No te cortes, tú compórtate como si estuvieras en tu propia casa.

-Que alguno de los aquí presentes me diga una sola razón por la que no deba estornudarle en la cara a esta… cosa.-suspiró Anna divertida.-Pobre Briseida, lástima te tengo de haber tenido que soportar a éste en la tienda… En fin, sentémonos.

-¿Ha ido John a la tienda?-me preguntó Ringo.

-Sí.-le confirmé.-Por poco se lleva hasta el mostrador.

-¿Y has tenido la paciencia de estar con él y seguirle la corriente? Por favor, que alguien condecore a esta chica por el aguante que ha tenido.-bromeó Ringo.

-Te daría un beso si no fueras tan feo, cabronazo.-dijo John a su lado cuando lo escuchó.-Yo también te quiero, ¿sabes, enano?

Ni Anna ni yo pudimos evitar soltar una risa con aquello, antes de que los dos se sumieran en una “discusión” acerca de cuál de los dos era más feo en una escena de lo más surrealista. Miré a mi amiga de reojo. Pobre: parecía encontrarse bastante mal como para tener a aquellos dos escandalosos de jaleo en su casa, pero aún así parecía divertida y alegre de tener visita. Al menos, se lo tomaba con filosofía.

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-Creo que deberíamos irnos ya, ¿no crees, Bri?

La pregunta de John me pilló bastante por sorpresa aunque, a decir verdad, yo ya hacía un buen rato que estaba pensando lo mismo. Anna parecía encontrarse peor y se le notaba a la legua que quería descansar un rato y estar tranquila, así que me volví hacia Lennon y asentí con la cabeza.

-Sí, claro.-dije y, después, volviéndome hacia Anna, añadí:-¿Quieres que te prepare algo antes de irnos?

-No, tranquila, está todo bien.-masculló ella.-Iros tranquilos, ya me las apañaré.

-Además, yo me quedaré un rato más aquí con ella.-dijo Ringo, solícito.

-Perfecto.-sonreí.-Cuídate, ¿vale?

-Por supuesto. En nada ya me tienes dando guerra por la tienda.-contestó Anna.-Y muchas gracias por la visita, a los dos.

-De nada, boba.-sonrió John.-Ya sabes que me gusta venir aquí a molestar y por lo visto, a Bri también.

Solté una risita entre dientes ante la ocurrencia de John a la vez que Anna también lo hacía, aunque sin demasiadas ganas.

-Adiós, imbécil.-sonrió Anna dirigiéndose a Lennon.-Y adiós, Briseida.

Nos despedimos de Anna y de Ringo y bajamos a la calle de nuevo. Afortunadamente, de nuevo nadie parecía estar lo suficientemente cerca del portal de Anna para que pudieran reconocer a John, así que salimos caminando tranquilamente por la acera.

-¿Sabes dónde hay una estación de metro cerca?-le pregunté a John mientras caminábamos.

Él se quedó mirándome extrañado.

-¿No estarás pensando en volver en metro a casa?

-Más o menos, sí.-contesté.

-Vamos, no seas ridícula…-rió él.-Yo te acerco, no pasa nada.

Me quedé mirándolo durante unos segundos, dudosa. No sabía si era un ofrecimiento sincero o meramente por quedar bien, pero la verdad era que ya me parecía un poco abusar de su aún muy escasa confianza.

-No quiero molestarte, vivo bastante lejos y no te quedará de paso, así que…

-No me molesta.-me cortó él.-No te lo ofrecería si me molestara.

-Pero…

-Pero nada.-me volvió a interrumpir.-Además, el Rolls te ha gustado. Y creo que hay alguna palanquita por ahí dentro que aún no has tocado…

-Tonto…-me sorprendí diciendo mientras reía.-Vale, está bien. Iré. Pero no te quejes de lo lejos que vivo, ¿vale?

-Entendido, sin quejas.-sonrió él antes de que los dos siguiéramos caminando en dirección a donde Les había dejado el coche.-Por cierto, siento haberte dicho que nos fuéramos de casa de Anna tan así de repente…

-Ah, tranquilo, no pasa nada. Yo ya hacía un buen rato que lo estaba pensando. La pobre parecía encontrarse bastante mal y tampoco era plan de molestar.

-Sí, es cierto.-contestó John.-Pero aparte, bueno… Creo que…  Tú no has notado nada,  ¿verdad?

Me quedé mirándole extrañada y negué con la cabeza, instándole a que me aclarara las cosas. John agarró aire, suspiró y esbozó una sonrisa.

-Tal vez a Anna y a Ringo les apeteciera estar un rato solos.

-¿Cómo?-pregunté sorprendida.-¿Me estás diciendo que ellos dos están…?

-No, no… ¡Qué más quisiéramos todos!-rió John.-Todo el mundo que los trata un poco a los dos nota que se gustan, aunque ellos lo nieguen, claro.

-Vaya… No tenía ni idea de eso. Pensé que sólo eran simples amigos.-dije aún asimilando la información antes de plantarnos delante del Rolls.

-Y lo son. Todavía.-contestó John.-Bueno, Bri, ¿vamos a casa o no?

Por toda respuesta, le dediqué una sonrisa antes de subirme al coche justo delante de él. Aquel chico estaba empezando a caerme bien, demasiado bien, y en aquellos momentos sólo podía pensar en eso. Aún no me había parado a pensar lo que podría suceder. Aún no había tomado consciencia de nada, de absolutamente nada.






Hola a todas! Qué tal estáis? Pues ya veis, ya vine yo de nuevo a fastidiar con este capi. Espero que os haya gustado y todas esas cosas y si no, pues tenéis vía libre para tirarme todos los tomatazos que queráis, jajajaja.

Como siempre, gracias por leer y gracias por comentar. Aprecio mucho la molestia que os tomáis en hacerlo, la verdad. Por cierto, Karen, tranquila, porque la historia de Briseida en 1987 se irá aclarando a lo largo de los capis. El asunto está en que el 9 de abril del 87 es el día en el que Briseida va a nacer y como dijo un vigilante en el capi 2, es imposible que 2 Briseidas (la que ha viajado en el tiempo, está casada con un tal John y tiene tres hijos y la que va a nacer) convivan en el mismo espacio de tiempo. Así que el tema está en si Briseida muere o no en el momento justo en el que nazca. Vale, sí, sé que me tomé algo muy raro para que mi mente ideara esto, pero espero que te haya quedado más o menos claro, jajajaja. Si no, pues pregunta que para eso estoy! :)

Besotes reinas! Muaaaaaaaaa!

6 comentarios:

  1. Amo el contenido de cada capítulo que subes, cada vez me voy enamorando más de los personajes y de esta fic♥️.

    Sube pronto, por favorr.

    Cuídate♥️. Saludos. :))

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  2. VALENCIAAAAAAAA ES LA TIERRA DE LAS FLORES Y....de qué mas era? Ah sí, VALENCIAAAAAAAAAA ES LA TIERRA DE LAS FLORES Y DE CLOQUELL! O DE OH CRISTINAAAAA! O NO SÉEEEEE
    Siento esto, pero es que fue muy fuerte estar tranquilamente en la cocina y de pronto escuchar VALENCIAAAAA en el patio de al lado, con el vecino emocionadísimo cantando creo que toda la canción. Lo peor es que es pegajosa, y seguro que en cinco minutos estoy yo también a los gritos cantando eso. Cruzo los dedos para que no se aparezca la alcaldesa.
    Bueno, basta de cantos y cantes y me aboco a adorarte y admirarte. Por qué? Porque ya te dije, amé mucho este capitulo me maté de risa! Después decís que es un capi “no sé” (esas definiciones que usás XD) y que te costó sangre, sudor y lágrimas y un montón de cosas más. Y venís y dejás esto. Tendría que pegarte, pero no, te voy a dar unos abrazos, aunque tenga calor para eso XDD
    A ver, voy a ir por partes. John, hijo mío, tanta pilcha necesitás? Parecés mujer! (No me peguen! No me peguen! Fue una manera de decir!) Pero es que...te estás gastando todo, no te sobra un poco para una pobre engripada? Ah no, cierto que ya no estoy engripada porque bueno, el ibuprofeno ya se sabe que te cura todo...ejem ejem.
    Siempre, siempre, amé el Rolls Royce ese. Cuando tenga mucha plata (posiblemente la plata que John me dé) tendré uno igual, porque es muy fashero y me gustan esas cosas. Y cuando lo tenga, me teñiré el pelo de todos colores, para combinar. Estás invitada a pasear en él, si querés conducilo porque yo...bueno, ya sabés que no XD.
    Ahora, una cosa. Si alguien está enfermo, no se lo jode, y menos diciéndole “el amor de tu vida” Bueno Lennon, pará de flashear amor (?) Encima me dijo barriobajera. BARRIOBAJERAAAA COMO FLOR DE ENREDADERA QUE CRECIÓ EN EL CALLEJÓNNN uy como estoy con el canto hoy, debe ser el calor jaja. Y lo que es peor en toda esta situación, es que vienen a interrumpir. Se está enferma, la está cuidando cierta persona de su interés, y cayó piedra sin llover. No lo digo por Bri (la verdad que está bueno el diminutivo) que pobre, medio que fue porque la llevaron jajaj, sino por el bicho raro ese. Y otra cosa que es aún peor, es que se ponen a pelear sobre quién es el mas lindo. A ver, me están molestando por una OBBBVIEDAD, se sabe que es Ringo, yo no sé porqué discuten semejante pavada, hay gente que no tiene ojos que no se da cuenta y....*En estos momentos, Cris aparece con una escoba y obliga a Gallo a decir que John es mas lindo* Como venía diciendo, es una OBBBviedad que John es mas lindo XDD
    Y bueno, al fin se fueron! Ah, qué alivio. Prometo que para la próxima les convidaré con algo que no sean mocos y estornudos y toses y microbios de todo tipo. Ahhh Ringo, dale, ya no quiero ser tu amiga! Curame la gripACHÚUU!
    Y no sé yo pero....Yo a John lo veo muy chispita con Bri, aunque sea con todo el mundo igual, y yo a Bri la veo muy chispita con John. Para mi que esos se van juntar pronto, quizás mas rápido que Anna y Ringo jajaj.
    Ah, otra cosa: voto para que no le digan a Alex. Bueno, ya dijeron que es algo grave relacionado con su madre...Supongo que no lo dejarán así, tendrán que decirle la verdad. Aunque...ay no, pobrecito, me da mucha pena. Ves Cloquell? Ves cómo me pongo? Seguiré así, re super intrigada con esto.
    Y ahora te dejo un graaaaaann beso!!!!

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  3. P/D1: VALENCIAAAAAAAAA
    P/D2: Basta loco, aflojo con esto porque voy a terminar asomándome al tapial y le voy a gritar al vecino, en medio de la madrugada: VALENCIAAAAAAAA y se va a cagar todo. Aunque el tipo tiene el 80% del corazón muerto, o sea...capaz que lo mato. No, mejor no, está bien que no me lo banque porque es el pretendiente de mi madre, pero tampoco para tanto XDD
    P/D3: Te dije que me gustó mucho el capi? Bueno, ME GUSTÓ MUCHO. MUCHO, MUCHO, MUCHOTE.
    P/D4: http://www.youtube.com/watch?v=_pWWzsHNc3w
    P/D5: Maharishi tiene calor y no tiene ganas de venir hasta acá. Igual sé que le manda saludos a la Dama.
    P/D6: Te pido por favor que saques eso de la verificación de palabras que aparece cuando te quiero comentar, cuando la veo me da ganas de patear limones, y los limones no tienen la culpa.
    P/D7: Gracias por subir hoy y alegrarme el día :) De verdad, gracias.
    P/D8: Bueno si, me voy, me voy, no me echen, estoy tranquila y no represento peligro.
    ¡VIVAN LAS MAGDALENAS!

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  4. Hola :)
    He empezado a leer tu historia y sinceramente me ha gustado mucho, me encanta como se combinan los años donde apenas conoce a John con los años en los que ya tiene una familia.
    Sigue así, para mi gusto escribes muy bien.

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  5. me cambiaron mi celular y no supe cómo comentar desde ahí! así que por eso comento tarde, pero como siempre, leo todos los capítulos!

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  6. Bueno, qué quieres que te diga, salgo del fic de María con acento argentino y aquí me lo transmutan totalmente al castellano... dudo que pueda volver a mi español neutral D:

    Pero bueno, eso es irrelevante, porque ESTO ESTA TAN PERFECTAMENTE BIEN HECHOOOOOOOOOOOOOOO!!!

    No, te lo juro que lo amé desde los primeros tres párrafos, algo tan creativo y con tan buena redacción no tiene ni siquiera que pensarse para amarlo, simplemente te enganchas y ya! -gracias María, he hallado el fic de mi vida (? -

    Amo a John, es mi amor platónico desde que deje de babear por la cara bonita de Paul y me di cuenta de que el humor sarcástico y la voz deliciosa de John me tentaba más que la cursilería del cara de bebé. Por cierto, ¿dónde está? Muero por verlo aparecer:D

    EEEEN FIN, AL PUNTO! He buscado por todas partes un lugar donde lo plasmen de tal forma que no pueda no amarlo y... llegué aquí. LO ADORO, literal, nunca me había gustado tanto una personificación de John en ningún otro fic, esto es casi el cielo *-*

    No sé, escribiría más pero me he quedado sin palabras. Francamente no sé si pueda seguir existiendo si no subes pronto otro capítulo... - por si las dudas, sí estoy amenazando con mi suicidio si no subes pronto :3 -
    Un placer finalmente conocer a la fantástica Cris, me han hablado muy bien de ti y bueno, me encanta escribes.
    Espero el siguiente capítulo, y no sé, pásate por el mío algún día si quieres, sería un honor *-*

    Bueno Cris, este es oficialmente el segundo comentario más largo que jamás he escrito y... dudo que pueda dejar de hacerlos de este calibre si sigues escribiendo tan perfectamente.

    ESPERO CON ANSIAS EL SIGUIENTE CAPÍTULO!

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