Tuve a Lennon saqueando la tienda
durante cerca de dos horas. Sí, he dicho bien: saqueando. Lo cierto era que
jamás había visto a nadie comprar de aquella manera tan… loca. Simplemente se
limitaba a apartar todo lo que mínimamente le gustaba con un anodino “me lo quedo” como si tal cosa, sin
importarle ni precios ni nada.
-Creo que ya te he vaciado esto
lo suficiente.-dijo John poniendo el último de los pantalones que había decidido
quedarse justo encima del montón de ropa que se apilaba ya sobre el
mostrador.-Creo que vas a necesitar una buena calculadora para sacarme la
cuenta, Bri.
-Ya lo creo… Creo que ésta va a
ser la suma más larga que habré hecho en mi vida.-le seguí la broma yo.
John simplemente se dedicó a
lanzar una risita entre dientes antes de inclinarse sobre el mostrador y esperar
pacientemente a que le contara todo. Me quedé alucinada por la cifra total y
hasta casi me dio reparo decirle lo que me debía, pero John no pareció ni
inmutarse siquiera. Tal vez para él esas cifras fueran hasta normales; para mí,
incluso proviniendo de una época en la que los precios eran mucho más elevados,
aquello era una locura.
-Nunca llevo dinero en
efectivo.-dijo.-Extenderé un cheque como hago siempre, ¿te parece?
-Como quieras.-le contesté. No
sabía demasiado bien si aceptábamos cheques o no, pero viniendo de quien venía,
estaba segura de que mi jefe no me pondría ningún problema.
John extendió un cheque de manera
rápida y me lo tendió mientras yo doblaba toda la ropa y la metía en un montón
de bolsas.
-Disculpa, Bri.-dijo de repente
cuando acabé con mi tarea.-Te he hecho quedar más de media hora aquí después de
la hora del cierre.
Yo me quedé pasmada. Lo cierto
era que ni siquiera me había dado cuenta de lo rápido que había pasado el
tiempo, pero Lennon tenía razón. Hacía casi cuarenta minutos que debería de
haber cerrado la tienda e irme a casa.
-Tranquilo, no pasa nada. Tampoco
es tan tarde.-contesté esbozando una sonrisa para quitarle importancia.
-Le diré al capullo de tu jefe
que te pague las horas extra.
-No estaría mal.-bromeé.-Después
de todo lo que le has dado a ganar, ya te puede hacer caso.
-Pues lo haré.-dijo él con una
sonrisilla burlona.-Oye, por cierto, estaba pensando que a lo mejor me paso a
ver a Anna.
-Pues le darás una alegría.
-Si tú lo dices…-sonrió.-¿Te
apetece venirte o tienes algo qué hacer?
Me quedé mirándolo durante uno
segundos, estupefacta. La verdad era que no me esperaba para nada aquella
pregunta tan así a bocajarro. Después, reflexioné… La idea no estaba mal: él
iba a ver a Anna y a mí también me
apetecía hacerle una visita y ver cómo estaba. Lo único que me echaba para
atrás era que la pregunta me la hubiera hecho quien me la había hecho. No
obstante… ¿Qué problema había? Estaba completamente segura que si esa misma
invitación me la hubiera hecho cualquier persona que no hubiera sido tan famosa
la habría aceptado con los ojos cerrados.
-De acuerdo.-dije al fin.-A mí
también me apetece visitar a Anna y ver qué tal está.
-Perfecto.-sonrió él.-Y… ¿podría
pedirte otro favor?
-Tú dirás.-dije entre intrigada y
mosqueada ante aquella pregunta.
-Tranquila, no es nada raro.-rió
él al ver mi expresión.-Es sólo si puedes salir un segundo a la calle y decirle
a mi chófer que ya he acabado, que acerque el coche a la puerta.
-¿Y cómo voy a saber quién es tu
chófer?
-Pues… Va vestido de chófer.-dijo
John soltando una pequeña carcajada y haciendo que yo también soltara una al
ver la obviedad de la respuesta.-Además, estará ahí mismo, al lado de la
tienda. Es un hombre un poco regordete con cara de buena gente.
-Gran descripción.-bromeé.-Pero
creo que me las apañaré para encontrarlo.
-Se llama Les.-me aclaró.-Por
cierto, gracias, Bri.
Salí de allí lanzando una risita
por lo bajo al escuchar por enésima vez la palabra Bri, pero a decir verdad, hacía ya un buen rato que había dejado de
tomárselo en cuenta.
Nada más puse un pie en la calle
vi a un hombre que encajaba perfectamente con la descripción que me había dado
John apoyado sobre una de las farolas más cercanas a la tienda mientras fumaba.
-Disculpe, ¿es usted
Les?-pregunté acercándome a él.-Trabajo en la tienda.
El hombre se volvió hacia mí y
asintió.
-Así es.
-John ha acabado ya.-dije
omitiendo adrede el apellido. No me apetecía que nadie me escuchara y supiera
que el famoso John Lennon estaba allí. Lo que menos me apetecía en aquellos
momentos era un espectáculo con fans histéricas incluidas.-Dice que cuando
pueda acerque el coche.
-Por supuesto, señorita.-dijo el
hombre ajustándose bien la chaqueta.-Dígale que en nada estoy ahí.
-Gracias.
Les empezó a caminar apresurado
hacia el final de la calle y yo volví a entrar en la tienda.
-En nada tienes el coche en la
puerta.-le dije a John nada más cerré de nuevo la puerta tras de mí.
John asintió con la cabeza antes
de sacarse una cajetilla de cigarrillos de uno de sus bolsillos.
-¿Quieres?-me ofreció.
-Gracias.-dije agarrándole un
cigarrillo. Lo cierto era que no debía fumar mientras estaba en la tienda,
pero, técnicamente mi horario de trabajo había acabado y me apetecía fumar
desesperadamente.
John se puso también un
cigarrillo en la boca y me dio fuego antes de encenderse también el suyo.
-No he querido que Les dejara el
coche en la puerta cuando he venido.-dijo después de darle una profunda calada
a su cigarrillo.-Desde que lo pinté, todo el mundo lo reconoce y paso de
jaleos.
Iba a preguntarle de qué color
había pintado el coche para que todos lo reconocieran cuando, de repente, vimos
a través del cristal de la puerta como un inmenso Rolls Royce de color amarillo
y con toda suerte de motivos psicodélicos paraba delante de la tienda. No os
miento si os digo que me quedé, literalmente, con la boca abierta.
-Veo que te gusta el coche,
¿eh?-rió John cuando me vio.
-¿Eso es tuyo?-pregunté con un hilillo de voz.
-Oye, chica de nombre raro, no
llames “eso” a mi coche.-bromeó él
empezando agarrar las bolsas con las cosas que había comprado.-¿Vamos antes de
que lo reconozca todo el mundo o qué?
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Jueves, 9 de abril de 1987
Londres
Alex, John y yo entramos en el salón
y cerramos la puerta tras nosotros.
-Será mejor que te sientes,
Al.-dijo John.
-¿Y por qué iba a hacerlo? Estoy
bien de pie.
John soltó un bufido exasperado y
se dejó caer él en uno de los sofás. Yo lo imité y me senté a su lado.
-Vamos, Alexander, siéntate.-le
ordenó de nuevo.
Alex agarró una silla a
regañadientes y la acercó hasta situarla frente a nosotros. Después, se dejó
caer sobre ella y nos clavó una mirada perspicaz.
-Bien, ya estoy sentado.-dijo.-¿Y
ahora me vais a decir ya de una vez qué es lo que pasa?
Agarré aire antes de hablar.
Quería decírselo yo aunque no tuviera ni idea de por dónde empezar. No sabía
por qué, pero creía que aquello era más responsabilidad mía que de su padre.
-Alex, hijo…-empecé a decir al
cabo de unos instantes.-Yo… No estoy pasando por buenos momentos.
Hice una pausa y un silencio
incómodo se hizo entre los tres. No sabía cómo decirle a nuestro hijo que me
quedaba muy poco tiempo de vida sin ser demasiado dura.
-¿Qué quieres decir con
eso?-preguntó Alex al cabo de unos instantes.-¿No estás pasando por buenos
momentos, cómo?¿Una mala racha? ¿Depresión?
-No, no estoy hablando de eso.
-¿Entonces?
Volví a callar. Era exasperante
no encontrar ninguna palabra que se ajustara a lo que yo quería expresar.
-¿Qué pasa, mamá?
-Alex, mira, no estoy
bien…-susurré.-Y puede que sea grave. Tal vez…
-¿Qué?-casi gritó Alex.-¿Cómo que
no estás bien y que es grave? ¿Tal vez qué?
Noté como se me hacía un nudo en
la garganta que me impedía contestarle nada. John tampoco contestó. Era
evidente que tanto a uno como al otro se nos hacía muy difícil contestarle a
aquello.
-¿Qué te ocurre, mamá?-preguntó
con la respiración agitada, nervioso.-¿Estás enferma? ¿Te vas a… morir?
El nudo en la garganta se me
intensificó cuando le escuché decir aquella última frase a la vez que John
desviaba la mirada y apretaba fuertemente la mandíbula, como intentando
contenerse. Lo único que pude hacer fue clavarle una mirada sincera a Alex, sin
más. Y entonces, arrancó a llorar como un niño desesperado.
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El trayecto hasta casa de Anna
fue de lo más entretenido. Bueno, en realidad fue más entretenido para mí que
para Lennon, pues yo me entretuve un buen rato fisgoneando todo lo que tenía
por dentro aquel cochazo de colores raros mientras él se reía descaradamente de
mí y de mi curiosidad. De todos modos, el trayecto fue de lo más agradable y no
se produjo aquello que yo tanto temía cuando acababa de conocer a alguien: el
silencio y el no saber de qué hablar. Por suerte, nos pasamos el trayecto
charlando de esto y de lo otro de manera casual, sumidos en una serie de
conversaciones que me dejaron entrever que detrás de aquella súper estrella de
la música se escondía un tipo sumamente inteligente.
Llegamos ante el edificio de Anna
más de media hora después de haber salido, tras aguantar estoicamente dentro
del Rolls el tráfico de Londres en hora punta, y llamamos al timbre. Afortunadamente,
la calle estaba lo suficientemente libre de gente como para que pudieran
reconocer a Lennon.
-¿Quién es?-preguntó de repente
la voz congestionada de Anna por el intercomunicador de la puerta.
-El amor de tu vida y tu
compañera de trabajo, chica barriobajera del Dingle.-contestó John haciéndonos
reír tanto a Anna como a mí.
-Subid. Y a ti, imbécil, cuando
subas…-Anna se vio interrumpida por un repentino ataque de tos que le impidió
acabar la frase.-Ahora os abro.
-Fíjate, ni amenazarme en
condiciones puede…-bromeó John antes de que los dos entráramos en el edificio.
Cuando subimos al tercero y nos
plantamos ante la puerta del piso de Anna, nos la encontramos allí, apoyada en
el marco de la puerta abierta con el pijama aún puesto, con una chaqueta encima
que le quedaba grande y con cara de estar pasando la gripe del siglo.
-Hola, chicos.-nos saludó.
-Hola Anna, ¿cómo estás?
-Griposa y con ganas de morirme
aquí mismo…-suspiró ella.
-Tonterías, tienes mejor aspecto
que nunca.-bromeó John.-Por lo menos, mejor aspecto que hace tres sábados al
final de la noche…
Ella, pese a que tenía aspecto de
no estar pasándolo demasiado bien, aún tuvo fuerzas para soltar una risita.
-Ojalá te pegue la gripe, John
Lennon.-le espetó ella haciendo que John soltara una carcajada.-Pasad.
Entramos en el apartamento y Anna
cerró la puerta tras de sí.
-¿Y a qué debo el honor de esta
visita conjunta?-preguntó obviamente extrañada porque John y yo hubiéramos
aparecido en su casa juntos.
-He ido a la tienda.-contestó
John antes de que a mí me diera tiempo de abrir la boca.-Bri me ha dicho que
estabas enferma y cuando he acabado hemos venido a visitarte.
-¿Bri?-se extrañó Anna mirándome
a mí directamente.
-Eso pregúntaselo a él…-contesté
yo divertida.-Me ha rebautizado.
-Naaaa, no te quejes, Bri, en el
fondo te gusta.-dijo Lennon entrando en el salón de casa de Anna como si
estuviera en la suya propia.-¡Oye! ¿Pero tú que…?
Nada más entré detrás de
Anna en el salón supe por qué John había
dado aquel grito. Y es que allí, ni más ni menos, estaba Ringo sentado en uno
de los sillones partiéndose de risa ante la reacción de Lennon.
-Rich ha venido a verme.-aclaró
Anna sin ser capaz de pronunciar bien la m
a causa de la congestión.
-Necesitaba un enfermero.-añadió
Ringo.-Ey, por cierto, hola Briseida.
-Hola.-contesté.
-Oye, déjame un sitio para
sentarme, enfermero…-masculló John esbozando una sonrisilla pícara a la vez que
se dejaba caer al lado de su amigo.-Anna, si te apetece puedes sentarte
también. No te cortes, tú compórtate como si estuvieras en tu propia casa.
-Que alguno de los aquí presentes
me diga una sola razón por la que no deba estornudarle en la cara a esta… cosa.-suspiró
Anna divertida.-Pobre Briseida, lástima te tengo de haber tenido que soportar a
éste en la tienda… En fin, sentémonos.
-¿Ha ido John a la tienda?-me
preguntó Ringo.
-Sí.-le confirmé.-Por poco se
lleva hasta el mostrador.
-¿Y has tenido la paciencia de
estar con él y seguirle la corriente? Por favor, que alguien condecore a esta
chica por el aguante que ha tenido.-bromeó Ringo.
-Te daría un beso si no fueras
tan feo, cabronazo.-dijo John a su lado cuando lo escuchó.-Yo también te
quiero, ¿sabes, enano?
Ni Anna ni yo pudimos evitar
soltar una risa con aquello, antes de que los dos se sumieran en una “discusión” acerca de cuál de los dos
era más feo en una escena de lo más surrealista. Miré a mi amiga de reojo.
Pobre: parecía encontrarse bastante mal como para tener a aquellos dos
escandalosos de jaleo en su casa, pero aún así parecía divertida y alegre de
tener visita. Al menos, se lo tomaba con filosofía.
********************************************
-Creo que deberíamos irnos ya,
¿no crees, Bri?
La pregunta de John me pilló
bastante por sorpresa aunque, a decir verdad, yo ya hacía un buen rato que estaba
pensando lo mismo. Anna parecía encontrarse peor y se le notaba a la legua que
quería descansar un rato y estar tranquila, así que me volví hacia Lennon y
asentí con la cabeza.
-Sí, claro.-dije y, después,
volviéndome hacia Anna, añadí:-¿Quieres que te prepare algo antes de irnos?
-No, tranquila, está todo
bien.-masculló ella.-Iros tranquilos, ya me las apañaré.
-Además, yo me quedaré un rato
más aquí con ella.-dijo Ringo, solícito.
-Perfecto.-sonreí.-Cuídate,
¿vale?
-Por supuesto. En nada ya me
tienes dando guerra por la tienda.-contestó Anna.-Y muchas gracias por la
visita, a los dos.
-De nada, boba.-sonrió John.-Ya
sabes que me gusta venir aquí a molestar y por lo visto, a Bri también.
Solté una risita entre dientes
ante la ocurrencia de John a la vez que Anna también lo hacía, aunque sin
demasiadas ganas.
-Adiós, imbécil.-sonrió Anna
dirigiéndose a Lennon.-Y adiós, Briseida.
Nos despedimos de Anna y de Ringo
y bajamos a la calle de nuevo. Afortunadamente, de nuevo nadie parecía estar lo
suficientemente cerca del portal de Anna para que pudieran reconocer a John,
así que salimos caminando tranquilamente por la acera.
-¿Sabes dónde hay una estación de
metro cerca?-le pregunté a John mientras caminábamos.
Él se quedó mirándome extrañado.
-¿No estarás pensando en volver
en metro a casa?
-Más o menos, sí.-contesté.
-Vamos, no seas ridícula…-rió
él.-Yo te acerco, no pasa nada.
Me quedé mirándolo durante unos
segundos, dudosa. No sabía si era un ofrecimiento sincero o meramente por
quedar bien, pero la verdad era que ya me parecía un poco abusar de su aún muy
escasa confianza.
-No quiero molestarte, vivo bastante
lejos y no te quedará de paso, así que…
-No me molesta.-me cortó él.-No te
lo ofrecería si me molestara.
-Pero…
-Pero nada.-me volvió a
interrumpir.-Además, el Rolls te ha gustado. Y creo que hay alguna palanquita
por ahí dentro que aún no has tocado…
-Tonto…-me sorprendí diciendo
mientras reía.-Vale, está bien. Iré. Pero no te quejes de lo lejos que vivo,
¿vale?
-Entendido, sin quejas.-sonrió él
antes de que los dos siguiéramos caminando en dirección a donde Les había
dejado el coche.-Por cierto, siento haberte dicho que nos fuéramos de casa de
Anna tan así de repente…
-Ah, tranquilo, no pasa nada. Yo
ya hacía un buen rato que lo estaba pensando. La pobre parecía encontrarse
bastante mal y tampoco era plan de molestar.
-Sí, es cierto.-contestó
John.-Pero aparte, bueno… Creo que… Tú
no has notado nada, ¿verdad?
Me quedé mirándole extrañada y
negué con la cabeza, instándole a que me aclarara las cosas. John agarró aire,
suspiró y esbozó una sonrisa.
-Tal vez a Anna y a Ringo les
apeteciera estar un rato solos.
-¿Cómo?-pregunté sorprendida.-¿Me
estás diciendo que ellos dos están…?
-No, no… ¡Qué más quisiéramos
todos!-rió John.-Todo el mundo que los trata un poco a los dos nota que se
gustan, aunque ellos lo nieguen, claro.
-Vaya… No tenía ni idea de eso.
Pensé que sólo eran simples amigos.-dije aún asimilando la información antes de
plantarnos delante del Rolls.
-Y lo son. Todavía.-contestó
John.-Bueno, Bri, ¿vamos a casa o no?
Por toda respuesta, le dediqué
una sonrisa antes de subirme al coche justo delante de él. Aquel chico estaba
empezando a caerme bien, demasiado bien, y en aquellos momentos sólo podía
pensar en eso. Aún no me había parado a pensar lo que podría suceder. Aún no
había tomado consciencia de nada, de absolutamente nada.
Besotes reinas! Muaaaaaaaaa!
Amo el contenido de cada capítulo que subes, cada vez me voy enamorando más de los personajes y de esta fic♥️.
ResponderEliminarSube pronto, por favorr.
Cuídate♥️. Saludos. :))
VALENCIAAAAAAAA ES LA TIERRA DE LAS FLORES Y....de qué mas era? Ah sí, VALENCIAAAAAAAAAA ES LA TIERRA DE LAS FLORES Y DE CLOQUELL! O DE OH CRISTINAAAAA! O NO SÉEEEEE
ResponderEliminarSiento esto, pero es que fue muy fuerte estar tranquilamente en la cocina y de pronto escuchar VALENCIAAAAA en el patio de al lado, con el vecino emocionadísimo cantando creo que toda la canción. Lo peor es que es pegajosa, y seguro que en cinco minutos estoy yo también a los gritos cantando eso. Cruzo los dedos para que no se aparezca la alcaldesa.
Bueno, basta de cantos y cantes y me aboco a adorarte y admirarte. Por qué? Porque ya te dije, amé mucho este capitulo me maté de risa! Después decís que es un capi “no sé” (esas definiciones que usás XD) y que te costó sangre, sudor y lágrimas y un montón de cosas más. Y venís y dejás esto. Tendría que pegarte, pero no, te voy a dar unos abrazos, aunque tenga calor para eso XDD
A ver, voy a ir por partes. John, hijo mío, tanta pilcha necesitás? Parecés mujer! (No me peguen! No me peguen! Fue una manera de decir!) Pero es que...te estás gastando todo, no te sobra un poco para una pobre engripada? Ah no, cierto que ya no estoy engripada porque bueno, el ibuprofeno ya se sabe que te cura todo...ejem ejem.
Siempre, siempre, amé el Rolls Royce ese. Cuando tenga mucha plata (posiblemente la plata que John me dé) tendré uno igual, porque es muy fashero y me gustan esas cosas. Y cuando lo tenga, me teñiré el pelo de todos colores, para combinar. Estás invitada a pasear en él, si querés conducilo porque yo...bueno, ya sabés que no XD.
Ahora, una cosa. Si alguien está enfermo, no se lo jode, y menos diciéndole “el amor de tu vida” Bueno Lennon, pará de flashear amor (?) Encima me dijo barriobajera. BARRIOBAJERAAAA COMO FLOR DE ENREDADERA QUE CRECIÓ EN EL CALLEJÓNNN uy como estoy con el canto hoy, debe ser el calor jaja. Y lo que es peor en toda esta situación, es que vienen a interrumpir. Se está enferma, la está cuidando cierta persona de su interés, y cayó piedra sin llover. No lo digo por Bri (la verdad que está bueno el diminutivo) que pobre, medio que fue porque la llevaron jajaj, sino por el bicho raro ese. Y otra cosa que es aún peor, es que se ponen a pelear sobre quién es el mas lindo. A ver, me están molestando por una OBBBVIEDAD, se sabe que es Ringo, yo no sé porqué discuten semejante pavada, hay gente que no tiene ojos que no se da cuenta y....*En estos momentos, Cris aparece con una escoba y obliga a Gallo a decir que John es mas lindo* Como venía diciendo, es una OBBBviedad que John es mas lindo XDD
Y bueno, al fin se fueron! Ah, qué alivio. Prometo que para la próxima les convidaré con algo que no sean mocos y estornudos y toses y microbios de todo tipo. Ahhh Ringo, dale, ya no quiero ser tu amiga! Curame la gripACHÚUU!
Y no sé yo pero....Yo a John lo veo muy chispita con Bri, aunque sea con todo el mundo igual, y yo a Bri la veo muy chispita con John. Para mi que esos se van juntar pronto, quizás mas rápido que Anna y Ringo jajaj.
Ah, otra cosa: voto para que no le digan a Alex. Bueno, ya dijeron que es algo grave relacionado con su madre...Supongo que no lo dejarán así, tendrán que decirle la verdad. Aunque...ay no, pobrecito, me da mucha pena. Ves Cloquell? Ves cómo me pongo? Seguiré así, re super intrigada con esto.
Y ahora te dejo un graaaaaann beso!!!!
P/D1: VALENCIAAAAAAAAA
ResponderEliminarP/D2: Basta loco, aflojo con esto porque voy a terminar asomándome al tapial y le voy a gritar al vecino, en medio de la madrugada: VALENCIAAAAAAAA y se va a cagar todo. Aunque el tipo tiene el 80% del corazón muerto, o sea...capaz que lo mato. No, mejor no, está bien que no me lo banque porque es el pretendiente de mi madre, pero tampoco para tanto XDD
P/D3: Te dije que me gustó mucho el capi? Bueno, ME GUSTÓ MUCHO. MUCHO, MUCHO, MUCHOTE.
P/D4: http://www.youtube.com/watch?v=_pWWzsHNc3w
P/D5: Maharishi tiene calor y no tiene ganas de venir hasta acá. Igual sé que le manda saludos a la Dama.
P/D6: Te pido por favor que saques eso de la verificación de palabras que aparece cuando te quiero comentar, cuando la veo me da ganas de patear limones, y los limones no tienen la culpa.
P/D7: Gracias por subir hoy y alegrarme el día :) De verdad, gracias.
P/D8: Bueno si, me voy, me voy, no me echen, estoy tranquila y no represento peligro.
¡VIVAN LAS MAGDALENAS!
Hola :)
ResponderEliminarHe empezado a leer tu historia y sinceramente me ha gustado mucho, me encanta como se combinan los años donde apenas conoce a John con los años en los que ya tiene una familia.
Sigue así, para mi gusto escribes muy bien.
me cambiaron mi celular y no supe cómo comentar desde ahí! así que por eso comento tarde, pero como siempre, leo todos los capítulos!
ResponderEliminarBueno, qué quieres que te diga, salgo del fic de María con acento argentino y aquí me lo transmutan totalmente al castellano... dudo que pueda volver a mi español neutral D:
ResponderEliminarPero bueno, eso es irrelevante, porque ESTO ESTA TAN PERFECTAMENTE BIEN HECHOOOOOOOOOOOOOOO!!!
No, te lo juro que lo amé desde los primeros tres párrafos, algo tan creativo y con tan buena redacción no tiene ni siquiera que pensarse para amarlo, simplemente te enganchas y ya! -gracias María, he hallado el fic de mi vida (? -
Amo a John, es mi amor platónico desde que deje de babear por la cara bonita de Paul y me di cuenta de que el humor sarcástico y la voz deliciosa de John me tentaba más que la cursilería del cara de bebé. Por cierto, ¿dónde está? Muero por verlo aparecer:D
EEEEN FIN, AL PUNTO! He buscado por todas partes un lugar donde lo plasmen de tal forma que no pueda no amarlo y... llegué aquí. LO ADORO, literal, nunca me había gustado tanto una personificación de John en ningún otro fic, esto es casi el cielo *-*
No sé, escribiría más pero me he quedado sin palabras. Francamente no sé si pueda seguir existiendo si no subes pronto otro capítulo... - por si las dudas, sí estoy amenazando con mi suicidio si no subes pronto :3 -
Un placer finalmente conocer a la fantástica Cris, me han hablado muy bien de ti y bueno, me encanta escribes.
Espero el siguiente capítulo, y no sé, pásate por el mío algún día si quieres, sería un honor *-*
Bueno Cris, este es oficialmente el segundo comentario más largo que jamás he escrito y... dudo que pueda dejar de hacerlos de este calibre si sigues escribiendo tan perfectamente.
ESPERO CON ANSIAS EL SIGUIENTE CAPÍTULO!