-¿Q… qué estás haciendo en mi
casa?-mascullé con un hilillo de voz, presa del pánico, mirando a Greg.
-Estaba leyendo mientras te
esperaba.-contestó sin más con aquella sonrisilla tan peculiar mientras blandía
ante mí un libro del cual no pude distinguir el título.-Pero si a lo que te
refieres es a por qué he venido a tu casa, la respuesta es otra. Y ni siquiera
hace falta que te responda, querida Briseida: creo que tú misma sabes muy bien
la respuesta.
No pude continuar aguantándole la
mirada y giré la cabeza. Por supuesto que sabía por qué estaba allí y poco
tenía que decir al respecto.
-¿Acaso no te acuerdas de las
normas, Briseida?-insistió él.
-Por supuesto que me
acuerdo.-respondí casi en un susurro.
-¿Y entonces por qué lo has
hecho? ¿Por qué estás con John Lennon?
Ni siquiera me molesté en
contestarle. De hecho, creo que Greg tampoco esperaba respuestas a aquellas
preguntas.
-Debes cortar esto.-suspiró al
cabo de unos segundos inclinándose hacia delante y mirándome fijamente.-Ahora
que ya te has acostado con un famoso, deja que todo vuelva a la normalidad.
Aquellas palabras, dichas con
aquel desprecio, hicieron que de pronto olvidara todo mi miedo y me
envalentonara. Aquel mamarracho se equivocaba de plano si creía que sólo me
había acostado con John porque era famoso. Le dediqué una mirada desafiante
mientras notaba como la sangre empezaba a arderme en las venas.
-Y una mierda.-silbé.-Yo no
pienso cortar absolutamente nada.
Por unos instantes, Greg borró su
sempiterna sonrisilla de la cara, sorprendido ante mi reacción.
-Briseida.-dijo gravemente.-No te
lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando. Corta esto. Ya.
-No.-insistí yo mirándole aun con
más dureza.-Me da igual que me lo ordenes, pero no.
-¡Las normas son
inviolables!-exclamó. Era la primera vez que lo veía irritarse de
verdad.-¡Córtalo o nosotros lo cortaremos!
Lejos de amilanarme, me acerqué
unos pasos más hacia él. Estaba demasiado furiosa en aquellos momentos como
para asustarme.
-¿Me estás amenazando?-pregunté
desafiante.
-No es una amenaza, Briseida. Es
un hecho.-me respondió él usando el mismo tono.-Si no cortas, cortamos. Así de
simple.
Le sostuve la mirada durante unos
segundos, pensativa. Aquella determinación con la que me había hablado, me
había hecho dudar. Recordé fugazmente cómo había acabado aquel tipo que había
intentado que Hitler jamás llegara a nacer: muerto. Por unos instantes, llegué
a temer, ya no por mí, sino por el propio John.
Obligándome a calmarme, me senté
en una de las sillas que había frente al sofá, intentando poner en orden mis
ideas aunque sin perder de vista a Greg ni un solo segundo. Entonces, de
repente, una lucecita se encendió en mi mente. No pude evitar esbozar una
sonrisa de autosuficiencia cuando lo entendí.
-No entiendo por qué he de cortar
esto, Greg.-dije en un tono mucho más calmado.
El hombrecillo me dedicó una
mirada extrañado, como si de repente me hubiera vuelto loca.
-¿No lo entiendes? Briseida, las
normas son las normas.
-Por eso precisamente no lo
entiendo.-le respondí ampliando mi sonrisa.-No estoy incumpliendo ninguna de
vuestras normas, al menos ninguna de las que me explicasteis cuando os conocí.
-¿Cómo que no estás incumpliendo
ninguna norma?-casi exclamó él.-¡Estás con John Lennon! ¡Sabes que se
convertirá en uno de los máximos iconos del siglo y que…! ¡No puedes alterar su
futuro!
-¿Y por qué no?-pregunté
obligándome a mí misma a mantener la calma. Sabía que si podía convencer a Greg
de algún modo era evitando el ponerme histérica o a la defensiva.-Sé que John
se convertirá en un icono, pero… ¿y qué? Si no recuerdo mal, tu compañero y tú
me prohibisteis solamente el alterar los grandes hechos de la Historia. Que yo
sepa, el hecho de que John no haga lo que tiene que hacer no alterará nada de
eso.
Greg se me quedó mirando estupefacto.
Por unos segundos, creí que incluso iba a
abrir la boca por la sorpresa. Y entonces, de repente, prorrumpió en una
carcajada aguda, histérica.
-¡Chica lista!-exclamó-A eso le
llamo yo usar la cabeza…
Sonreí abiertamente; tenía la
sensación de que con aquel argumento me lo había llevado a mi terreno. No obstante,
justo cuando estaba empezando a pensar que había logrado convencerle, Greg mudó
su expresión, poniéndose repentinamente serio. Aquello hizo que yo también
borrara automáticamente mi sonrisa de la cara.
-Pero aunque es un gran argumento,
no puede ser, Briseida.-dijo lanzándome una mirada glacial.
-Pero…
-Pero nada.-me cortó él.-Su
icono, el mito que se creará a su alrededor sobre todo después de su asesinato,
también forman parte de la Historia. No podemos cambiar eso.
Nada más pronunció aquellas
palabras, sentí unas inmensas ganas de vomitar. Sólo con pensar en lo que le “debería”
pasar en el 80 me ponía enferma. Después de haberlo conocido y sintiendo lo que
a esas alturas ya sentía por él, aquello era una idea tan dolorosa que
simplemente no podía llegar a asumirla nunca. Respiré profundamente y apreté
los ojos fuertemente, tal vez para evitar que las lágrimas empezaran a rodar a
través de mis mejillas.
-No.-dije cuando abrí los ojos.
Jamás había dicho nada con tanta contundencia, con tanto convencimiento ni con
tanta determinación. Aquello era un “no” en toda regla.-No voy a permitir que a John le
pase eso. No voy a permitir que ese loco le dispare ni voy a permitir que se
muera. Él no merece eso y me dan igual los mitos y las demás mierdas que me
estás contando.
-Briseida, escucha…
-No, Greg, escúchame tú a mí.-le
interrumpí clavándole una mirada glacial, casi asesina.-¿Qué mierdas va a pasar
si John no muere en el 80? ¿El mundo va a dejar de ser como es? ¿Evitará la
caída del muro de Berlín? ¿Qué Reagan sea presidente de los Estados Unidos?
¿Evitará la Guerra de las Malvinas? ¿El desastre de Chernóbil? ¡Vamos, Greg, no
me vengas con idioteces! ¡El hecho de que John viva o no, no va a cambiar nada
de esto! ¡Sabes que no! ¿Qué puede hacer él? ¿Hacer más discos? ¿Protestar por
lo que no le gusta? ¿Crees que eso va a cambiar algo de lo esos “grandes hechos de la Historia” de los que me hablas? ¡Por favor!
Agarré aire después de soltar mi
pequeña arenga. Lo había dicho tan a la desesperada que incluso notaba como
tenía dificultades para respirar con normalidad. Greg, por su parte, me lanzó
una mirada confuso antes de apoyar su espalda contra el respaldo de mi sofá y
cerrar los ojos antes de empezar a murmurar una retahíla de cosas incomprensibles
de tan bajas como las decía. Sabía que estaba pensando, que tal vez mis palabras
le habían hecho reflexionar. Lo observé durante unos instantes esperando a que
de un momento a otro me diera una respuesta, pero me equivoqué. Greg se mantuvo
así, quieto y susurrando cosas para sí mismo y sin mostrar la menor intención
de ofrecerme una respuesta.
Entonces lo vi, casi por casualidad
al desviar la mirada hacia la mesita que había delante del sofá. Allí
descansaba el libro que Greg había estado leyendo antes de que yo llegara, un
libro que en esos momentos precisamente parecía puesto allí por una extraña
broma macabra. Y es que aquel libro era, ni más ni menos, que El Guardián Entre el Centeno de Salinger.
Todo el mundo sabía, y más habiendo tenido que analizar ese libro en la
universidad, que ese libro se había hecho mucho más famoso después de que cierto
personaje se obsesionara con él muchos años después de su publicación y acabara
cometiendo uno de los asesinatos más conocidos de mi tiempo.
-Veo que te gusta Salinger.-dije
en voz alta haciendo que Greg para inmediatamente de murmurar cosas.-Es una
verdadera lástima que la mayoría de gente lo recuerde como al autor del libro
que inspiró al asesino de John Lennon. Sin duda eso hace que muchos lo miren
con mucho asco.
Greg abrió los ojos
inmediatamente. Se me quedó mirando, atónito, serio. Inmediatamente supe que
había tocado, sin saber muy bien cómo, un punto sensible.
-El Guardián Entre el Centeno es un buen libro.-dijo fríamente.
-No digo que no, pero goza de muy
mala prensa en mi época. Tú más que nadie deberías saberlo.
Por toda respuesta, Greg volvió a
cerrar los ojos y a empezar a murmurar cosas, esta vez mucho más rápido que
antes a la vez que gesticulaba con las manos. Solté un bufido de fastidio. Al parecer,
no iba a obtener nada más de él que aquella actitud psicótica así que, cansada
de discutir con él, me puse en pie.
-Tú verás lo que haces.-dije.-Yo
por mi parte tengo muy claro lo que voy a hacer. Ahora haz lo que quieras. Yo
me voy a la cama.
Y sin decir nada más, me encaminé
hacia mi habitación, sin importarme para nada el dejarme a aquel loco en mi
sofá: al fin y al cabo, había demostrado que podía entrar en mi casa cuando le
daba la gana, así que el hecho de que estuviera allí dentro no me suponía un
mayor problema. Cerré la puerta con un fuerte portazo y me tiré sobre la cama.
Entonces, irremediablemente, me puse a llorar con la cara apretada contra la
almohada, presa del miedo, la rabia y la desesperación que tenía dentro de mí.
Desperté al día siguiente,
tiritando de frío. Aún estaba en la misma posición, vestida con mi ropa de
calle y sobre la cama hecha, sin ser consciente siquiera de que me había
dormido después de la intensiva sesión de lágrimas de hacía unas horas. Miré el
reloj que descansaba sobre mi mesita de noche y comprobé que apenas eran las
cuatro y media de la madrugada. Me levanté con cuidado y salí de la habitación,
temerosa, preguntándome si estaría sola en casa o si Greg aún continuaría allí.
Todas mis dudas se despejaron cuando llegué a mi pequeño salón y no vi ni
rastro de Greg. Ni de él ni de su libro. No obstante, en el mismo lugar en el
que había estado sentado horas antes, había un papel doblado meticulosamente.
Me acerqué hacia allí y lo agarré, temblando, no sé si de frío o de miedo, pero
temblando al fin y al cabo. Lo desplegué con cuidado de no romperlo y, entonces,
lo leí:
“El Guardián Entre el Centeno es
un buen libro y John Lennon tal vez sea un buen hombre. Lo has conseguido, pero
es la última vez que se te permitirá incumplir las reglas. G.”
Vía libre. Tenía vía libre para
hacerlo. Sonreí, feliz y aliviada. Aquella noche dormí como un bebé.
**************************************
Jueves, 9 de abril de 1987
Londres
El timbre de casa volvió a sonar
insistente a la vez que yo salía de la cocina, dejándome a una no muy convencida
Anna detrás de mí. Volvieron a llamar, otra vez, y otra, y otra antes ni
siquiera de que me pudiera alejar unos pasos de la cocina.
-¿Quién es?-preguntó John
saliendo del salón y dedicándome una mirada interrogante.
Yo simplemente me encogí de
hombros y aceleré el paso hacia la puerta. O iba rápido o a aquel ritmo iban a
fundir el timbre. Estaba tan nerviosa ante tal insistencia que ni siquiera me
paré a preguntar quién era, simplemente abrí la puerta de par en par. Entonces,
sentí como el corazón dejaba de latirme cuando vi quién era.
-Hola, Briseida.-me saludó con su
sonrisilla.-Te desearía un feliz cumpleaños, pero teniendo en cuenta tus
circunstancias no me parece muy adecuado.
Ni siquiera fui capaz de reaccionar mientras
Greg entraba sin ningún reparo en el interior de mi casa. Estaba, por así
decirlo, casi en estado de shock.
-¡Maldito hijo de puta!-gritó
John de repente, quien, sin saber cómo, había aparecido a mi lado.-¡¿Cómo te
atreves a presentarte en MI casa?!
Sólo cuando vi que John lo
agarraba fuertemente de las solapas y levantaba al hombrecillo unos centímetros
del suelo, reaccioné. Sabía de qué era capaz y aquello, sinceramente, me
aterraba.
-¡John!-grité poniéndole la mano
en el brazo.-¡Para!
-Eso, John, para.-rió Greg.-Hazle
caso a Briseida, hombre.
-¿Papá?
La pregunta de Julie hizo que me
girara hacia la entrada del salón. Lo que vi allí hizo que aún sintiera más
miedo: todos, absolutamente todos, habían salido al pasillo al oír aquel
alboroto y nos miraban estupefactos. John también pareció darse cuenta de eso y
soltó a Greg violentamente, haciendo que el hombrecillo trastabillara hasta
casi caer en el suelo.
-Fuera de mi casa, cabrón de
mierda.-siseó John mirándolo con odio.-No te acerques a Bri, no te acerques a
nadie de nosotros o te mato, ¿me entiendes?
Lejos de amilanarse, Greg soltó
una sonora carcajada, como si lo que acabara de decir John fuera lo más
gracioso del mundo.
-¿Matarme?-rió.-John, John… Te
tenía por un tipo inteligente… Sabes de sobra que no puedes hacer eso, como
tampoco puedes echarme de tu casa. He venido a vigilar el proceso.
-Me importa una mierda. ¡Lárgate!
-Bonita manera tienes de
agradecerme lo que he hecho por ti, Lennon.-le dijo Greg dedicándole una
sonrisilla psicótica.-Sabes de sobra que si no fuera por mí llevarías
exactamente seis años y cuatro meses muerto.
John empalideció de repente a la
vez que yo sentía como se me hacía un nudo en la garganta. Jamás hubiera
esperado que Greg fuera capaz de decir eso delante de tanta gente.
-Eso es mentira.-susurró John.-Yo
a ti no te debo nada, se lo debo a Bri.
-Bri… Siempre me ha hecho gracia
ese diminutivo…-rió Greg.-No, John, te equivocas. Briseida no hubiera podido
hacer nada para evitarlo. De hecho, iban a matarla. Fui yo el que les convenció
de que no lo hicieran, el que les convenció de que dejaran que siguiera
adelante.
-¿De qué habla el tío éste?-preguntó
de repente Alex mirándonos a los tres.
-Qué feo está que el joven
Alexander no me conozca siquiera…-dijo Greg mirándolo antes de que ni a John ni
a mí nos diera tiempo a abrir la boca.-Y supongo que ni Julia ni Matthew sabrán
quien soy tampoco… Y si no lo saben ni ellos, Richard, Anna, Victoria y Ayrton,
menos aún.
Todos se quedaron alucinados cuando
los nombró uno por uno.
-Briseida, querida…-añadió Greg
dedicándome una mirada.-Ninguno de ellos sabe nada de lo que va a pasar, ¿me
equivoco?
Ni siquiera hizo falta que
contestara, Alex lo hizo por mí.
-¿Qué es lo que va a pasar?
Greg me dedicó una mirada
interrogante, primero a mí y después a John.
-Por favor, no…-empecé a decir,
casi implorando, en un susurro.
Greg volvió a clavar la mirada en
mi hijo mayor y, después de agarrar aire profundamente, dijo:
-Seguramente tu madre va a morir
dentro de dos horas, muchacho.
Y entonces John se abalanzó como
una fiera sobre Greg mientras yo notaba como las lágrimas empezaban a resbalar
por mis mejillas mientras miraba a mis hijos. Aquello era peor que la más
horrorosa de mis pesadillas.
**************************************
-Bri, ¿se puede saber qué te
pasa?
La voz de Anna a mi lado me hizo
prácticamente poner los pies en el suelo de repente.
-¿A mí? Nada…-contesté intentando
esbozar la mejor de mis sonrisas.
-Ya, nada…-masculló mi amiga
mirándome de arriba a abajo.-Y yo voy y me lo creo.
-¿Y por qué se supone que me debe
de pasar algo?-pregunté casi a la desesperada, haciéndome la tonta lo mejor que
sabía.
-Porque te has pasado todo el
santo día con una sonrisilla inmensa pintada en la cara y porque estás en una
nube. Si no te pasa nada, que baje Dios y lo vea.
Lancé un suspiro resignada
entendiendo por fin que era inútil ocultarle las cosas por más tiempo. Además,
Anna era mi amiga… Si no era capaz de contárselo a ella, no iba a ser capaz de
contárselo a nadie.
-Está bien…-claudiqué al
fin.-Pero prométeme que nada de bromas ni de “ya lo decía yo” ni cosas así, ¿vale?
-Bri, ¿qué es lo que…?
-¿Me lo prometes o no?
-Sí, claro, pesada…-contestó Anna
en tono cansado.-Te lo prometo. Anda, habla.
-Verás…-mascullé sin saber muy
bien por dónde empezar.-Es que… ¿Me lo prometes en serio?
-Eso sí que te lo prometo, lo que
no te prometo es que no te mate como sigas esquivando el tema.-me dijo entre
nerviosa y divertida haciendo que yo soltara una risita por lo bajo.-¿Vas a
contármelo o tengo que hacerme vieja antes para eso?
-Bueno, bien… Te lo diré. Allá
va.-susurré yo.-John y yo…
-¡No!-exclamó ella sin necesidad
siquiera de que terminara la frase.-¡Sí! ¡Lo sabía! ¡Ya lo decía yo! ¡Si es que
se veía venir!
-¡Anna! Me habías prometido que…-le
corté yo sin poder evitar echarme a reír.
-¡A la mierda las promesas! ¡Lo
supe desde un primer momento! ¡Desde que os vi aparecer por mi casa y…! Oye, un
momento… ¡¿Por qué no me lo contaste el sábado?!
-Porque el sábado aún no había
pasado nada.-le contesté esbozando una sonrisa.
-¿Cómo? ¿No fue el viernes cuando
te fuiste a su casa y…?
-No.-le corté yo.-Desde ayer. De
hecho, creo que serás la primera persona que sabe esto, así que…
-La duda ofende, Bri.-me dijo
entendiendo a la perfección lo que le quería decir.-Yo no voy a decir
absolutamente nada.
-Gracias, Anna. Eres de lo mejor.-sonreí.
-Ey, para, déjate de halagos.-rió
Anna.-Ahora en serio, me alegro por vosotros. Hacéis una buena parejita.
Noté como los colores me subían a
la cara levemente a la vez que Anna se echaba reír.
-Gracias.-dije a falta de saber
qué decir ante aquello.-Ahora sólo espero que todo salga bien.
-Por supuesto que todo va a salir
bien, ya lo verás.-sonrió Anna.-Bien no, saldrá perfecto, palabra.
Hola chicas! Qué hay? Pues aquí estoy yo de nuevo, como veis. Espero que os haya gustado, la verdad es que este capi me ha costado bastante de escribir. Por cierto, que miles de gracias por estar ahí, a los que leéis y comentáis, y dedicarle un saludo especial a Mane Moretti, que me sigue desde "mi" fic (siempre será mi niño, creo, por más que escriba) de Lo más lejos a tu lado, y ahora sigue leyendo este desvarío de la Bri, jajaja.
En fin, chicas (y chicos, por si hay alguno que lee esto que nunca se sabe), espero que acabéis de pasar un domingo muy muy feliz y que, por supuesto, tengáis un mejor si cabe inicio de semana.
Besotes y hasta el próximo capi! :)
Oh Dios, ME ENCANTÓOOOOOO! Voy a ver que todo explote, ya va a explotar, YA TODO EL MUNDO LO SABE OH POR LO MAS IRRACIONAL DEL MUNDO, MUERO POR SABER QUÉ VA A APASAR!
ResponderEliminarMe encanta todo, absolutamente todo, eres mi ídola *-* Debo conocerte algún día, cuando veas que alguien salta a tu cuello espontáneamente y te pide un autógrafo ya sabes que soy yo. - lo que sería curios, dado a que nunca te he visto y eso - :/ e.e Me encantaaaaaaa!
Espero el siguiente pronto
OOOOH Greg es tan malo, aunque a la vez es bueno o es bueno pero tiene que cumplir con las leyes(? Ok no sé pero ahora si que están en una situación muy fea :s por favor, ¡que Bri no muera!
ResponderEliminarAYYY ¡ME ENCANTA QUE JOHN Y BRI YA ESTÉN JUNTOS! Es tan lindo❤️.
Saludos, Cris. :)
Acabo de ver que en septiembre subiste siete capitulos y eso hace que te ame mucho.
ResponderEliminarDespués de esta enésima declaración de amor (ya sé que nunca me aceptarás porque tu amor es John y no yo. Dejá que llore, pero debo decirte que te esperaré toda la vida OH CRISTINA!) vengo a comentarte. Ya te he dicho bastante por wasap, pero no importa, quiero ser repetitiva. Esto es una espectacularidad (la escribí bien? Es una palabra larga XD) una genialidad hecha capitulo y veo que me estas haciendo lo mismo que en tu otro fic, tu bebé, tu primogénito. Me estás haciendo lo mismo, y me lo estoy tomando como algo personal: yo te digo que algo es super mega genial, que no tiene comparación ni nada lo puede superar y PAF! aparecés y dejás algo mejor todavía. Sí, creo que me lo hacés a propósito. En fin, eso, que me postro a tus pies y te re admiro y esto va enserio.
Ahora vamos a lo que importa, jejejeje. Greg: te odio mucho, basura andante. Este escobazo, ES PARA VOS!!! Pero me pone muy contenta algo. Bri le ganó con inteligencia, y eso la enaltece mas, porque a trompadas podemos arreglar cosas, o no, pero con inteligencia....eso es para pocos. Y por suerte está autorizada a impedir lo del ’80 (mirá, me da tanta...”cosa” que lo digo así, nombrando el año y punto). Me gusta, me gusta mucho el dominio que tiene de sí misma y como le dio vuelta la situación al puto este del Greg. Léase “puto” acentuando mucho la P. XDDD
Otra cosa: nunca leí el libro ese y creo que nunca lo haré. Pobre autor, la verdad.
Sigo. JOHHHNNNNNN!!!!! No hagas desastres carajo!!! Pero...qué le digo? Qué le digo si es lo que yo quiero hacer? Pegarle al puto ése! Dale John, pegaleeeeee! Pegale fuerteeeee!
Naaa la verdad es que super dificil la situación, y me dejaste así toda loca XD. Magistral escena, te pasaste! Y encima mostraste como ella se enfrenta con él, y después de muchos años, se enfrenta John, O sea, dos enfrentamientos con Greg en un mismo capi.
Otra cosa: si hay algo que me gusta es joder a la gente cuando anda enamorada o algo así. Puedo ser insoportable, asi que la pegaste! Muy bien Anna! Te amo! Bué, se amaba a sí misma jajja
Pero igual, no puedo sacarme de la mente al Greg éste. Y pensar que un día dije que me caía bien! Qué tonta! Con la data que tiraste, me parece que joderá toda la vida a Bri, siempre la andará molestando....Pobre, encima que cayó en otro tiempo, tener que aguantar eso. Pero, ahora que pienso...qué hermoso, caer en otro tiempo y gracias a eso encontrar al amor de tu vida! Capaz que si se quedaba en la actualidad, jamás lo encontraba. Me haces pensar mucho Cloquell jajja.
Bueno, ya me despido, diciéndote otra vez que tu capi está delicioso y exquisito y que lo estoy comiendo. Ah no, que tenía que tirármelo XDD
Adeu!!!!
P/D1: Greg puto.
ResponderEliminarP/D2: Greg sos tan puto, pero tan puto...¿cómo vas a decirle eso al chico?
P/D3: Greg cada vez más puto.
P/D4: Me han dejado en paz para comentar, iiiuujuuuuu!!!!
P/D5: Maharishi se no está, Maharishi se fue, Maharishi se escapa de mi vidaaaaaa
P/D6: Ya lo decía yo. XDDDD
P/D7: Un observación: Qué rápido te bañás! jajajajja
P/D8: Acordate, mañana andá a la casa de nuestro amigo Almo, y comentale de la pelicula, a ver si le gusta y se pone a laburar. Dale saludos, decile que después voy a verlo, que ya le compré el regalo de cumpleaños que me olvidé la otra vez.
P/D9: Sí, si, ya me voy...
P/D10: Me alegraste el domingo!!!!
Ahhh! Mira, Me presento. Soy Valentina, Colombiana con orgullo y he llegado aquí por la insistencia de la señorita Lady Mary, aunque también leo Stop and smell the roses.
ResponderEliminarAhora si. Al fic. Me ha encantado como escribes! De hecho concuerdo con Mary, Escribes como una diosa!!! Y también me ha encantado particularmente que, como a Mary y a mi también adores a John *o* Además también te sigo en Twitter. XD
Eres realmente un ser humano? porque escribes como si no fueses uno, sino alguien de un rango más superior, algo parecido a Seshat, pero tu escribes sobre Beatles, no sobre el futuro, lo cual te hace aún más superior a seshat.
Me encanta que John y Bri estén juntos. Maldito greg. Se tira todas las malditas cosas de este mundo, aunque salve a Bri de contar una dura y triste realidad, Se tira todo.
Me alegra que BRI haya salvado a John, aunque aportó un poco Greg, si no fuera por el amor que le tenía Bri a John, ni se le hubiese ocurrido a greg salvar a Lennon.
También mando mis agradecimientos a Anna, ya que sin ella no hubiese conocido a John.
Y obviamente mis agradecimientos a ti, Porque por primera (o segunda) vez en mi vida la Protagonista no se enamora de Paul. O al menos espero que no. John me parece mil veces mejor, sin ofender.Mis motivos son que sin él no existirían Los beatles, así de simple.
Contigo aprendo más palabras españolas que con Raphaél. XD
Y concuerdo con Mary en úna cosa más, que ya no sé con que acento quedaré hablando. Será una mezcla de las s y c españolas con terminado argentino y al final de la oración un Ay hómbe jajajaj. es enserio O.O
Espero que subas pronto, y espero que este comentario valga la pena.Aunque no he mirado la longitud, me he gastado horas enteras de tareas sacrificadas por hacer un buen comentario. Bah, ni que me arrepintiera de eso.
Cuídate ♥
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar*
ResponderEliminarOMAIGA! Greg hijo de %/@*% Por su culpa ahora todos se enterarán del secreto de Bri. ;--;
¿Ayrton ya no se porta mal en la escuela? (we all live in a yellow submarine)
Amo demaciado tus fics eres así como un ídolo para mi. Eres increíble!
Gracias por escribir mi nombre. Sentí retebonitow :')
Okeya, saludos y sube pronto reina de las letras. /o/