lunes, 28 de octubre de 2013

VUELO 937 Capítulo 13



-John.-empecé a decir mirándolo a los ojos. Podía notar cómo me temblaba la voz y apenas era consciente de lo que decía de tan nerviosa como estaba: había llegado el momento de las revelaciones, el momento de decir la verdad.-Verás, cariño, yo… Cuando te he dicho eso de que a lo mejor no soy la persona que crees que soy me refería a que no sabes todo sobre mí.

-¿Qué estás intentando decirme con eso?

Lo miré a los ojos y suspiré antes de contestar.

-Quiero decir que te he ocultado algo muy importante. Verás, tú no sabes cómo llegué hasta aquí ni tampoco sabes de dónde vengo.

-¿Cómo que no sé de dónde vienes?-se extrañó él.-Explícate, Bri. ¿Acaso no vienes de España?

-Sí, claro que vengo de allí. No es eso…

-¿Y entonces? ¿Huiste de allí por alguna cosa?

-No.-me apresuré a contestar mirándolo a los ojos. No pude evitar sonreír amargamente al imaginarme las cosas que estarían pasando por su inquieta mente en aquellos momentos.-No hui de nada. Bueno, sí, vine aquí huyendo de la falta de empleo, pero eso ya lo sabes.

-Pues no entiendo qué es lo que me estás queriendo decir, Bri.-dijo él confuso.

-Es muy fácil, John. Es muy fácil aunque parezca de locos.-dije antes de inspirar profundamente.-Lo que intento decirte es que yo no debería estar aquí ahora. Debería estar aquí en Londres, sí, pero no en estos momentos.

La mirada de estupefacción que me dedicó John, quien obviamente no entendía nada de todo aquello, me hizo ver que si no le hablaba claro jamás podría saber a qué me refería. Pero, no obstante, no tenía ni la más remota idea de cómo debía decirle aquello.

-John…-suspiré mirándolo a los ojos mortalmente seria. Tal vez eso ayudara a darle credibilidad a mi historia.-¿Sabes la fecha de mi nacimiento?

Él se quedó mirándome aún más extrañado que antes aunque, no obstante, respondió.

-Claro. El 9 de abril de 1941.

-Te equivocas.

-¿Cómo? Bri, sé que tu cumpleaños es el 9 de abril y que tienes un año menos que yo, así que…

-Mi cumpleaños es el 9 de abril, sí.-le di la razón.-Pero… No nací en 1941 aunque efectivamente ahora tenga 26 años. Escúchame bien, John: nací el 9 de abril, pero de 1987.

Un silencio sepulcral se hizo entre los dos cuando solté aquel bombazo. Miré a John. Estaba exactamente en la misma postura que antes, sin reaccionar. Se mantuvo así durante unos segundos y, después, negó lentamente con la cabeza.

-Cariño…-rompió el silencio con un hilillo de voz.-¿Estás… estás bien?

Solté un bufido exasperada. Obviamente no esperaba que reaccionara como si tal cosa, pero tampoco me gustaba que me preguntara aquello, como si de repente se me hubieran cruzado los cables.

-Por supuesto que estoy bien.-le contesté intentando no sonar airada.-Es cierto, John. No soy de esta época. No sé cómo acabé aquí, lo único que sé es que pillé un avión para Londres en el 2013 y acabé aterrizando en 1967.

John me dedicó una mirada con los ojos muy abiertos y, de repente, estalló en una sonora carcajada.

-Vale, Bri, está bien. Ahora lo entiendo todo.-rió.-Esto es una bromita de las tuyas, ¿verdad?

-No.-dije seria como pocas veces lo había estado ante él.-No es una broma, John. Lo que te estoy diciendo es la pura verdad.

John empezó a reír nuevamente. Aquello me exasperó tanto que tuve que hacer un verdadero esfuerzo para no ponerme a llorar allí mismo de pura desesperación. Estaba claro que no se estaba creyendo ni una palabra de lo que le estaba diciendo.

-Ya, Bri…-me dijo divertido.-¿Entonces eres una chica del futuro? Pues ya que vienes de tan lejos tal vez me podrías aclarar unas dudas… Este sábado juegan los dos equipos de Liverpool contra los dos de Manchester. Los scouser saldremos bien parados, ¿no?

-¿Quieres hacer el favor de no decir tonterías?-pregunté a la desesperada. Aquello hizo que él cambiara su expresión divertida por otra seria.-¡No estoy bromeando! ¡Es verdad!

-Bri… ¿te has metido algo?

Aquella pregunta me enfureció aún más de lo que estaba, así que le dediqué una mirada de profunda ira.

-No. No me he metido nada.-dije con determinación.-No te miento. Créeme.

-¿Creerte?-preguntó soltando una risita incrédula.-Bri, eso que estás contando es imposible. Imposible, ¿me entiendes? ¿Cómo quieres que te crea? Mira, si esto es una broma, te aseguro que ya…

-¿Cuántas veces te tengo que decir que no es ninguna broma?-casi exclamé yo.-John, es cierto, sólo quiero que sepas la verdad sobre mí.

-Venga ya, Bri, para con esto de una vez.-dijo empezando a enfadarse.

Lo miré bien. Sabía que de un momento a otro iba a ponerse furioso de verdad en uno de sus arrebatos de mal humor.

-Puedo demostrártelo si eso es lo que quieres.-dije más calmada con un hilillo de voz. Lo último que quería en aquellos momentos era enfurecerle. Y es que, cuando John se enfadaba no era capaz de atender a razones y, entonces, si que tendría la batalla completamente perdida.

-¿Y qué vas a hacer para demostrármelo? ¿Decirme lo que va a pasar?-preguntó escéptico.

-Por ejemplo.-contesté.

-Vamos, sorpréndeme.-dijo apoyando su espalda en el respaldo de la silla en una actitud prepotente que a mí me puso de los nervios.-¿Qué va a pasar con… yo qué sé… Vietnam?

-Los estadounidenses sufrirán una derrota vergonzosa, ¿contento?

-¿Cuándo?

-Principios de los 70. 72 ó 73, no me acuerdo muy bien.

-¿Y tengo que esperarme cinco o seis años para comprobarlo?-preguntó con ironía.-¿Va a pasar algo pronto?

-No soy ninguna enciclopedia, John.-le contesté enfadada.-No sé qué mierdas ha pasado durante todos los días de la historia a excepción de los hechos conocidos.

-Ya… Claro. ¿Y cómo me lo vas a demostrar? Por cierto… ¿seguimos siendo famosos en el siglo XXI?

-Tú deberías creerme.-mascullé.-Y por lo que preguntas, la respuesta es sí. Seguiréis siendo famosos en el siglo XXI, y mucho.

-Bri… te he dicho que pares con la bromita ya, ¿vale? Esto ya ha dejado de tener gracia hace un buen rato.

-Y yo te he dicho que esto no es ninguna broma.-le dije enfadada.

-Vale, bien.-sonrió él sarcástico inclinándose hacia mí de nuevo.-¿Sabes? Ayer escribí una canción, la escribí de tirón y tengo la sensación de que es buena y que puede pegar fuerte. Nadie sabe de ella. De hecho, iba a mostrártela hoy mismo a ti, que ibas a ser la primera en escucharla. Me dices que seguiremos siendo famosos en tu época, ¿no? Pues si es así, tal vez tú podrías decirme qué canción es ésa.

Tragué saliva, asustada. Yo jamás había sido una fan acérrima de The Beatles y no sabía apenas nada de ellos.

-¿Cómo quieres que sepa qué canción escribiste justo ayer? Has escrito decenas.

-Hagamos una cosa: te diré un fragmento y tú me dices si te suena de algo.-dijo él sonriendo de manera burlona: era evidente que se estaba tomando aquello como un juego. Entonces, antes de que yo pudiera ni siquiera replicarle nada, empezó a canturrear:- Pools of sorrow, waves of joy, are drifting to my open mind, possessing and caressing me…

Cuando lo escuché, sentí como una especie de descarga eléctrica de pura emoción me recorría la espalda. Conocía aquella canción; y tanto que la conocía. John tenía razón: iba a pegar tan fuerte que hasta alguien como yo, muchos años después, iba a ser capaz de identificarla sin ningún problema. No pude evitar sonreír antes de murmurar:

-Jai guru deva om. Nothing’s gonna change my world, nothing’s gonna change my world…-acabé de canturrear yo.- Pegará fuerte, John, Across the Universe será una de vuestras canciones más conocidas.

Miré como John se quedaba literalmente con la boca abierta por la impresión. Ya no había ni rastro de su sonrisilla sarcástica y me miraba completamente alucinado, pálido como nunca antes lo había visto.

-Joder… Es cierto…-susurró él.-¿Qué… qué quieres de mí?

-Nada.-me apresuré a contestar.-John, no quiero nada de ti. De hecho ni siquiera sé muy bien cómo he llegado hasta aquí, pero aquí me tienes… Después te conocí y el resto de la historia ya lo sabes.

-¿Seguro que no…?-preguntó asustado.

-Cariño, mírame: soy yo, soy la misma Bri que hasta hace nada ha estado aquí contigo. –intenté tranquilizarlo.-Soy la misma Bri que te quiere más que a nada en el mundo. Por supuesto que no quiero nada de ti más que estar a tu lado.

Me miró durante unos instantes y después negó con la cabeza. A continuación, me dedicó una sonrisa, más tranquilo.

-Joder… Esto es de locos, pero te creo.-sonrió él.-Y tanto que te creo… Esto es alucinante. Y ahora… Cuéntame cómo coño fue todo.

Y entonces, empecé a narrarle mi historia desde el principio, desde que había subido a aquel avión y me había bajado en uno distinto, en una época también distinta a la mía. Le conté también la extraña aparición de los vigilantes y todo lo que me habían contado, sin omitir ningún detalle. Y mientras, John escuchaba atento, sin perder detalle, absorto, alucinado y emocionado casi a partes iguales. Ahora sí que sabía todo sobre mí y aquello, sin lugar a dudas, me hacía sentir enormemente bien.

Across the Universe me acababa de salvar la vida.

******************************************

Jueves, 9 de abril de 1987
Londres

Entré, junto con Julie, en el comedor otra vez. Ya llevábamos fuera bastante rato y debíamos volver con los demás. Y es que, aunque tuviera unas inmensas ganas de evadirme de todo y de todos, era plenamente consciente de que no podía desaparecerme como si tal cosa: nadie de los que estaban allí dentro, ni mi familia ni mis amigos, merecían eso.

Lo que más me llamó la atención cuando entramos mi hija y yo fue el inmenso silencio que reinaba allí. Era curioso: la estancia estaba llena de gente y, sin embargo, nadie osaba a decir ni una mísera palabra. Cuando notaron nuestra presencia, todos se volvieron hacia nosotras. Tanto Julie como yo nos limitamos a lanzarles una media sonrisa, forzada, por supuesto, a modo de saludo antes de sentarnos de nuevo en los mismos lugares que habíamos estado ocupando hasta que habíamos salido al porche a tomar el aire.

-¿Cómo estás?-murmuró John cuando me senté a su lado.

-Bien.-mentí yo casi en un susurro.

Él me lanzó una mirada penetrante. Era obvio que ese “bien” era una de las mentiras más burdas y evidentes que había soltado en toda mi vida. No obstante, John no dijo nada; simplemente se dedicó a soltar un suspiro por lo bajo, entre la resignación y la tristeza.

El silencio más absoluto volvió a apoderarse de la estancia y todos quedaron pensativos, quietos. Sólo Matt, que estaba sentado justo a mi lado inclinó su cabeza contra mi pecho y se apoyó en mí, buscando mi contacto. Haciendo un colosal esfuerzo por contener mis lágrimas, esbocé una media sonrisa y empecé a acariciarle lentamente el pelo a mi hijo pequeño.

-Qué escena más tierna…-murmuró Greg en un tonillo sarcástico que hizo que todos nos lo quedáramos mirando.-Lástima que en un rato ya no…

Antes incluso de que pudiera terminar de pronunciar la frase y de que nadie de los que estábamos allí reaccionáramos, Alex saltó de su silla hecho una fiera y se plantó justo delante del vigilante. Sus ojos chispeaban de pura rabia: jamás había visto a mi hijo tan furioso en toda su vida.

-¡¿Dentro de un rato qué, cabrón?!-siseó.

Greg se lo quedó mirando con una extraña mezcla de sorpresa y miedo. No obstante, pronto recobró su petulante sonrisilla de psicótico.

-¿Hace falta que te vuelva a repetir lo que ocurrirá dentro de un rato, muchacho?-preguntó desafiante.

Alex soltó un bufido de pura rabia.

-Vuelve a decir una palabra más y te mato aquí mismo.-dijo al fin casi escupiéndole las palabras en la cara.

-Otro ignorante, como su padre…-rió Greg.

John hizo ademán de levantarse de su sitio para intervenir en aquella discusión. No obstante, lo evité en el último momento agarrándole fuertemente del brazo: no quería presenciar de nuevo una pelea en mi casa, no en esos momentos. Él me lanzó una mirada, interrogante.

-Ya está bien.-dije con determinación.-Dejadlo estar. Todos.

Alex se volvió hacia mí, confuso.

-Pero mamá… Este inútil ha…

-Alex, cariño, siéntate, por favor-suspiré.-Hazlo por mí.

No obstante, mi hijo no obedeció; simplemente se me quedó mirando como si no entendiera por qué le estaba pidiendo aquello sin moverse ni un ápice del sitio en donde estaba.

-Vamos, Al, tío.-murmuró Ayrton poniéndose en pie y dirigiéndose hacia él. Era la primera vez que uno de los hijos de Ringo y Anna abría la boca desde que Greg había llegado a casa.-Será mejor que te sientes.

Alex obedeció a la petición de su amigo, aunque no dejó de mirarme ni un solo segundo.

-Sólo espero que esté imbécil no vuelva a abrir la boca en toda la noche.-refunfuñó entre dientes cuando se sentó lanzándole una mirada de reojo a Greg.

Iba a volverle a insistir en que se tranquilizara cuando, de repente, noté un inmenso dolor en la sien y en el pecho. Era una punzada aguda, como si alguien me estuviera acuchillando desde dentro, una punzada tan fuerte que impedía que el aire pudiera llegar a mis pulmones con normalidad. No fui capaz de reprimir un grito ahogado antes de dejarme caer sobre el respaldo del sofá, aturdida, sin poder respirar apenas.

-¡Bri!-gritó John a mi lado mientras se abalanzaba sobre mí.-¡¿Qué te pasa?!

No pude contestar: la falta de oxígeno y el intenso dolor me impedían hacerlo. Lo único que pude hacer fue lanzarle una mirada, asustada.

Justo en ese momento, el teléfono de casa sonó. Aún pude distinguir a Greg levantándose de su sillón y dirigiéndose hacia el mueble del teléfono para responder. Mientras, los demás, asustados, se agolpaban a mi alrededor, sin saber ni qué hacer ni qué decir.

El dolor empezó a remitir unos segundos después. Pude notar como de nuevo el aire inundaba mis pulmones. Inspiré violentamente, agradecida. Detrás de nosotros, escuché como alguien colgaba el auricular del teléfono con fuerza.

-Dios mío, Bri…-suspiró John aún asustado mientras me pasaba la mano por la cara.-¿Qué te ha pasado?

-No... no lo sé.-balbuceé.

-Yo sí lo sé.-nos interrumpió Greg con contundencia apareciendo delante de nosotros.-Acaban de llamarme. Tu madre acaba de ingresar en el hospital. El proceso ha empezado.

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-Así que no sabes lo que ocurrirá en el 87…-susurró John.

Le lancé una mirada y sonreí de manera tranquilizadora. El pobre parecía asustado. Tal vez hubiera tenido que omitir aquel detalle de mi historia… No obstante,  quería que lo supiera todo, absolutamente todo, y en aquellos momentos lo sabía.

-No, no lo sé.-contesté al cabo de unos segundos.-Jamás se ha dado un caso como el mío y… No tengo ni idea.

-¿Y si…?

-No creo.-le interrumpí yo pasándole la mano por la cara en un gesto que trataba calmarle.-¿Sabes? Aún falta mucho tiempo para que llegue ese momento y…  Supongo que los vigilantes encontrarán una solución a todo esto.

-Espero que sí.-suspiró John sonriendo, aunque evidentemente estaba muy preocupado.-Confío en que sí.

-Yo también.-sonreí.-Por cierto, John… Gracias.

-¿Gracias por qué?
-Por escucharme y por creerme.-contesté.-Y por no salir corriendo cuando has sabido la verdad sobre mí.

John sonrió de manera sincera antes de inclinarse hacia mí y darme un beso en los labios.

-Jamás saldría corriendo de ti, preciosa.-susurró.-Además… Ahora que lo sé todo me siento como más cercano a ti. Ya no es sólo porque me hayas contado la verdad. ¿Sabes? Creo que los dos hemos pasado por situaciones similares al haber perdido a gente que queremos: tú porque no puedes volver a verlos; yo porque murieron.

-Es cierto…-mascullé pensativa.-En cierto modo los dos nos hemos quedado solos en algún momento de nuestras vidas.

-Pero ahora ya no estamos solos.-sonrió John acercándome hacia él y abrazándome.-Nos tenemos a nosotros.

Sonreí complacida y le di un beso en el pecho por toda respuesta, sintiéndome bien como pocas veces me había sentido. Él seguía estando allí y el velo de mentiras que nos separaba ahora se había esfumado por completo.

-Oye, Bri…-susurró él al cabo de unos segundos rompiendo el plácido silencio que se había hecho entre los dos.

-¿Qué ocurre?-pregunté levantando la cabeza y mirándolo a los ojos. El esbozó una sonrisa, divertida.

-Sé que ya te la sabes, pero… ¿te apetece que te enseñe mi nueva canción?

Solté una risita con aquella proposición. A decir verdad, aquello era lo último que me esperaba en aquellos instantes.

-Por supuesto que me apetece, Johnny. Y tranquilo, si quieres puedo fingir sorprenderme y simular que no la he escuchado nunca.

-No es necesario, por mí como si te quieres poner a cantarla conmigo.-rió John.-Ey, por cierto… Si sabes ya las canciones, supongo que también sabrás qué me depara el futuro, ¿no? ¿Crees que sería posible que me dieras un pequeño avance?

Tuve que hacer un enorme esfuerzo por no borrar de repente la sonrisa de mi cara al recordar su oscuro destino. No obstante, estaba segura de una cosa: yo iba a hacer todo lo posible por evitarlo y, en parte, tenía la certeza de que ya lo había hecho.

-¿Tu futuro? Te aseguro que tu futuro va a ser fabuloso, Johnny. Te lo prometo.-sonreí convencida antes de darle un suave beso en los labios.-Y ahora… ¿me enseñas esa canción o qué?

-Por supuesto que sí.-contestó.-Voy a la habitación a por la guitarra. Por cierto, si se me olvida la letra, ¿me la recordarás?

Solté una pequeña risita con la broma antes de que él se dirigiera a la habitación. Lo miré. Aunque los dos tuviéramos unos destinos inciertos, algo me decía en mi interior que no había por qué preocuparse de nada.





Hola chicas (y chicos, si es que hay alguno)! 
En primer lugar, disculpad mi retraso a la hora de publicar el nuevo capítulo. Estuve de viaje por Londres una semana y, obviamente, no pude actualizar. Pero como veis, el vuelo llegó a su destino bien (y en la época correcta, jajajaja) y ya estoy aquí de nuevo con el capi 13, el de las revelaciones. Como siempre, espero que hayáis disfrutado con él y muchísimas gracias por leer y por perder el tiempo comentando.
Saludos y hasta el capítulo 14! Muaaaaa!

5 comentarios:

  1. Waaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!! Es genial Cris, Simplemente GENIAL! Como haces que en una parte pasen meses, mientras que en la otra está transcurriendo un día.
    No es posible... Ay Dios mio, Que pasará con Bri? Me muero de la intriga, (aunque creo que ya se que va a pasar) :S

    Gracias por compartirnos tu imaginacion!!!!

    Saludos ;D

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  2. Debo confesar que morí cuando leí eso de Across the universe me salvó la vida XD.

    Que padre que te hayas ido de viaje. Espero la hayas pasado increíble.
    (Qué bueno que no te equivocaste de época si no me muero xD)

    Ennnn fin. Cuídate mucho Cris, hasta el 14. ^^/

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  3. Yo creo que Across the Universe nos ha salvado la vida a más de uno. Bueno, no sé si la vida, pero sí de épocas o de momentos jodidísimos y reventados. Me hiciste emocionar boluu!

    Como ves, acá llegué yo! Te iba a comentar anoche pero volví muy cansada a mi cashita y maltrecha por la alergia que tengo encima, así que ni ganas de sentarme a escribir, aunque sí tenia muchas ganas de comentarte, pero hasta ahora la tecnología no ha inventado nada que sirva para comentar con el pensamiento. Lo cual es mejor, porque si no quedarían cada comentarios....que mejor ni nos imaginemos jajja
    Repito lo que te dije ayer mientras viajaba en el bondi y la señal se cortaba a cada rato. Te dije Cloquell. Eso, nada más, lo repito XD. Naa, ahora hablo enserio, te dije que me postraba a tus pies, y la te lo repito porque es así. A-TUS-PIES. O patas XD.
    De verdad, me encantó el capitulo, ya sé que digo siempre lo mismo y por dentro dirás “Esta chica no sabe decir otra cosa que ’me encantó’? No tiene otro argumento?” La respuesta es: no. Jajaja es que el “me encantó resume todo lo que me parece que es super genial y admirable y todo eso que te podés imaginar y si no te imaginas es bueno que lo hagas porque tus capis son todo eso y sos una grosa total y....me quedé sin aire jaja.
    Bien, dejo de decir pavadas que a nadie el importan. Me doy cuenta que este es el capitulo 13. Quiere decir que, según mis cálculos científicos (¿?) faltan 7 capitulos para que termine el fic. Nooooo no lo termines! Por favor! Falta uy poco! No quiero que se termine, es demasiado hermoso para que termineee! Noooo! No lo hagaaaas! *la sacude de un brazo* *Cris le pega un mamporro por la cabeza para que se deje de joder* *Gallo se aleja cacareando tristemente*

    Ahora sí voy a lo que importa, lo de antes era una simple introducción. Quiero decir que casi le pego un escobazo a John pero...no, es imposible, es demasiado tierno, comprensivo, amoroso y mil cosas lindas más! Y la verdad es que lo entiendo, o sea, yo también pensaría que me están jodiendo y miraría a todas partes a ver dónde está la cámara oculta del programa de bromas. Es algo muy raro y capaz que otro llama al psiquiátrico más cercano a que se la lleven. Pero como John no es así,y además sabemos que le gustan todas las cosas nuevas y alocadas, al final se lo ha tomado bien. Me hace amarlo mucho, aunque me quieras pegar otra vez jajaja.
    Me encantó todo tu detalle de poner que Across the universe la salvó de que la tomara por loca o algo así, y la dejara y claro, ella perdiera su sentido de vivir, la verdad es que creo que esa parte es de lo mejor que has escrito. Y sino está por ahí nomás, en el top five de cosas impresionantes que Cristina escribió.
    Me reí con el “Qué quieres de mi?” jajaja capaz que se pensaba que era una especie de alien o algo jajaja me hizo acordar a una frase que hizo famosa una actriz que hacia peliculas medias porno en Argentina en los ’60 o por ahi, el “Qué pretende usted de mi?” jajajajajaa perdón pero me tenté porque eso lo uso mucho XD
    Y...y.....YYYYY....Vos pretendés que nos dé un infarto a tus lectoras, no? Te vas a hacer cargo de nuestros gastos médicos, no? NO? Ahora me dejás toda intrigada y comiéndome hasta las uñas de los pies porque no sé qué va a pasar! Como que la madre entró al hospital? Cómo que Bri ya se descompuso? Cómo??? Ayyy...me agarra “el arakiri2” como dice la amiga de mi mamá.
    Bueno, tendré que esperar, pero la verdad es que me quedé loca en su momento cuando lo leí, y ahora que volví a leerlo también.
    Me dejo de gritar y me voy.
    ADEU.

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  4. P/D1: Salen post datas rapiditas porque me voy a comer.
    P/D2: No hay bendiciones, gato no está.
    P/D3: Cuando subis el que sigue? Es que estoy muy intrigada jaja
    P/D4: A la vez no quiero que subas porque falta poquito :(
    P/D5: Ya me voyyy chica londinense!
    P/D6: Espero al gallo azul jaja

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  5. Muuuuuy Buenoooo, espero con ansias el próximo, sin apuro ;)

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